El despunte de la hostelería contrasta con la desaparición del pequeño comercio en la capital.
El nuevo informe de la Asociación Hostelería Madrid, TripAdvisor y ElTenedor confirma lo que ya veníamos sospechando: que allí donde cierra una vieja mercería o la droguería de siempre, surge el nuevo bar de moda.
A la luz de los datos se deduce que Madrid se orienta al consumo de experiencias y se aleja de las tiendas de barrio. Entre los negocios que venden vivencias, la hostelería está pasando una buena racha: ahora hay 213 establecimientos más que en 2017. Un aumento del 0,7% de apariencia modesta pero que se traduce en cifras astronómicas: 19.346 bares y 9.224 restaurantes pueblan nuestras calles.
El pequeño comercio sigue la tendencia contraria. De un año para otro han desaparecido 767 negocios minoristas en toda la región. Esta reducción del 1,2% engloba tiendas de muebles, ropa, electrodomésticos y otros bienes similares. Según EL PAÍS, las compras por internet son las que les obligan a echar el cierre.
Pero todavía hay cosas o, mejor dicho, experiencias, que no se pueden adquirir online. Y por eso, más allá de cañas y tapas, aparecen cada vez más estudios de tatuajes (han aumentado más de un 94%, también según datos de EL PAÍS), hoteles, academias formativas y centros de deporte.