Entre esa lista infinita de nuevos propósitos para el nuevo año que rara vez acabamos cumpliendo, viajar sin duda es el que mejor pinta para el 2018.
Cada año la misma cantinela. Aún no has acabado de tomarte las uvas en el Kilómetro Cero y ya estás pensando en la lista de deslumbrantes propósitos para el año que empieza.
Los hay de todos los tipos, colores y tamaños. Desde el que se propone salir más a correr todas las semanas hasta el que se decide a estrenar por fin aquellas zapatillas que le regalaron cuando las Olimpiadas de Barcelona. Está el clásico fumador que se promete a sí mismo abandonar el vicio, el ecologista concienciado que aspira a empezar a comprar las cosas a granel o el que se jura con la mano derecha en el corazón que empezará a hacer dieta mientras con que con la izquierda agarra la tableta de turrón como si se le fuera a escapar.
Las buenas promesas a uno mismo siempre están ahí, justo al lado de las malas tentaciones, pero sin embargo siempre hay un propósito que cada año acabas cumpliendo: viajar más. Y Madrid tiene una ubicación inmejorable para ello. Pero ni la cartera está tan repleta como quisiéramos ni tu jefx está por darte muchas vacaciones.
Es imposible olvidarte de este propósito con Instagram y Facebook echándote una mano cada día, mostrándote lo mucho que viajan tus amigos y lo largos y aburridos que son tus fines de semana en Madrid. Así que ¡ánimo!, porque si hay algún propósito de Año Nuevo que tienes opciones de cumplir, sin duda es este: viajar, viajar y viajar.
El problema serán los de siempre: el tiempo y el dinero. Así que, como con todo buen propósito, no debes empezar la casa por el tejado. Ve calentando motores con viajes a corta y media distancia. Conoce España, que no es poco. A una hora volando desde Madrid tienes Sevilla, con sus callejuelas llenas de magia; y un poco más al sur, ese paraíso llamado Tenerife, sacado de una película de ciencia ficción. Y no necesitarás ni 70 euros.
Ya has conseguido ir más allá de tomar tercios en tu barrio o patearte Malasaña de arriba a abajo. Cuando estés listo para dar los siguientes pasos, que nada te pare: puedes seguir probando con París, Londres o Milán y plantarte allí en menos de lo que tardas en llegar a Gandía en agosto.
Y ahora que ya le has cogido el gustillo a esto de no bajarte del avión, antes de que te des cuenta estarás listo para dar el salto y cruzar el Atlántico. Visita las playas de ensueño de Miami o aprovéchate de hablar la segunda lengua más extendida del mundo y piérdete por las calles de Lima o Bogotá para poner en práctica lo que le has enseñado a tu paladar sobre gastronomía peruana y colombiana desde Madrid.
Este propósito de Fin de Año es ahora con Iberia más fácil que nunca. Ya no valen las excusas de otros años. Y si no nos crees, echa un vistazo aquí y no dejes que ni la falta de tiempo ni el dinero te arruinen empezar el año con un buen vuelo.