
No es un efecto óptico, aunque desde la distancia lo podría parecer. Sobresalen protuberancias de hormigón que nacen sin orden ni concierto –un patrón indescifrado– y crea la sensación añadida de que la precipitación es inminente. Nada más lejos de la realidad. Los salientes de 102 viviendas de Carabanchel llevan “a punto de caerse” desde 2007.
Este edificio, encajonado entre las calles Contrabajo, Violonchelos, Valle de Boi y la avenida de la Peseta, es la vivienda de protección oficial más espectacular de todo Madrid. Y lo es por la peculiaridad de sus formas, que no es una cuestión meramente estética, sino que esta disposición encuentra una justificación en el pragmatismo.
Y es que los salientes –cajas prefabricadas de aluminio que se rellenaron con hormigón armado– no están así puestos al azar. Con su disposición se quiso optimizar la orientación y mejorar la ventilación natural. Desde la web del estudio de arquitectura que desarrolló el proyecto –Dosmasuno arquitectos– hablaban así del edificio: “a pesar de las pautas dibujadas sobre los planos, los lugares necesitan expresar su propio ser, surgir naturalmente, construirse a sí mismos”.
El edificio tiene su planta en forma de L y en el hueco negativo que falta hasta cerrar el rectángulo hay un espacio abierto y privado a la calle. Dicho de otra forma: en los bajos del edificio hay una plazoletilla privada pensada para ser zona de juegos y de reunión y de paso. Más de la mitad del terreno es parque vecinal. 102 viviendas de Carabanchel respetan así esa pauta de la arquitectura posmoderna consistente en sintetizar las ciudades. Como ya pasara en el Mirador de Sanchinarro, aquí hay un espacio de reunión vecinal.
El nombre no llama a engaños: casi como en un ejercicio de vaguería y de demostración de que no hay que ser figurativo ni poético en el bautizo de un lugar que en ultima instancia va a ser para desayunar, comer, cenar y dormir. Son 102 las viviendas que integran este edificio. En total hay 52 de un dormitorio, 35 de dos dormitorios y 15 de tres dormitorios.
La sensación de movimiento que genera la irregularidad de los bloques salientes ya llamó la atención del grupo de rap canario Locoplaya. Bejo, Uge y Don Patricio rodaron aquí el videoclip de su canción ‘Cuelga tú’. Y mediante la posproducción incrementaron esa ilusión de movimiento. Por otro lado, Locoplaya no ha sido el único agente de música urbana que ha puesto sus ojos en este peculiar edificio. El rapero granadino Ayax también lo hizo –dándole su parte de protagonismo al edificio vecino 82 viviendas de Carabanchel. También los madrileños Elio Toffana y Waor lo enseñan –con menor protagonismo– al comienzo de su videoclip ‘Memento’.