Renfe ha empezado hoy Mascota Grande, una prueba piloto que permite viajar con perros de hasta 40 kilogramos. La noticia se dio a conocer en julio de este mismo año: Renfe haría una prueba para comprobar la viabilidad de viajar con perros de peso superior a 10 kilogramos, que es el peso máximo que se permite en viajes regulares.
La prueba se extenderá durante tres meses y los viajeros pueden contratar el servicio Mascota Grande en el momento de la compra del billete, aunque solo hay algunos trenes habilitados.
A diferencia del escenario en el que se trabaja cuando se viaja con mascotas de peso inferior a diez kilogramos (que están obligadas a ir dentro de una jaula o de un transportín), en esta nueva situación piloto los perros deben acompañar al usuario a bordo del asiento colindante.
El precio actual por ir acompañado de una mascota es de 10 euros, mientras que el precio de la mascota de entre 10 y 40kg tendrá un precio fijo de 35€ que se podrá adquirir como complemento específico.
Al mismo tiempo, desde Renfe señalan que: «El dueño tiene que comprar 2 plazas contiguas. En la plaza interior de la ventanilla deberá colocar una funda entregada por Renfe y a sus pies una alfombrilla. El cliente no puede elegir las plazas, éstas están pre-asignadas».
Normas y recomendaciones de viajar con mascota grande
Por ahora y mientras dure la fase piloto, Renfe solo permitirá una mascota grande por viajero y, además, solo podrán ir dos perros grandes por tren. Será obligatorio el uso de bozal y de una correa no extensible de un máximo de tres metros.
También se añade que: «El cliente deberá presentarse en el Centro de Servicios para rellenar la declaración responsable, comprobar la documentación y el kit de limpieza. Se le hará entrega de la funda y alfombrilla. La antelación mínima de presentación es de 30 minutos». También se entregará un obsequio para la mascota.
Nestlé Purina y Renfe, también, han creado un documento de buenas prácticas que incluye que el perro vaya con su propia manta, con un juguete sin sonido, en ayunas (o no alimentado durante las tres horas previas al viaje) y pasearlo durante un tiempo prudencial antes del viaje para que el perro se relaje.