Hoy nos sentimos más gatos que nunca, así que (aunque también nos gustan) nos dejamos de bares hipsters, cafeterías en las que tomar el brunch o restaurantes con cocina de fusión, porque lo que hoy nos apetece es poder llamar a ese camarero de clásica camisa remangada para que nos tire una buena caña, comer cacahuetes mientras esperamos las raciones de siempre y reirnos con los amigos en la barra o con suerte, en algunos taburetes bajos…Hoy nos apetece irnos de tabernas:
- La Ardosa: su vermouth de grifo y sus cañas bien tiradas han refrescado a varias generaciones de madrileños y aún les quedan años por seguir haciéndolo. Su tortilla está de vicio y qué decir de sus alcachofas, todo un clásico.
C/ Colón, 13
- Taberna Alhambra: fue fundada en 1929 y aún sigue llenándose, así que por algo será. Sus raciones y sus tapas (gratis con la bebida) son bastantes abundantes y sabrosas y además, el servicio es muy amable. Por dentro está decorada, como su propio nombre indica, simulando a la Alhambra. Tienen un salmorejo riquísimo y las cañas, como no, bien tiradas.
C/ Victoria, 9
- Taberna de Antonio Sánchez: fundada por el torero que le da nombre hace más de 150 años, sigue manteniendo toda su estructura intacta. Su vermut nos encanta (entra tan bien que no te das ni cuenta) y aún más si va acompañado de rabo de toro o de caracoles.
C/ Mesón de Paredes, 13
- La Montería: no os dejéis engañar por su aspecto menos castizo, porque la Montería también tiene alma tabernera. Tapas y raciones de toda la vida pero presentadas con algo más de estilo. En la barra picaréis divinamente, pero si queréis comer, os recomendamos que reservéis con antelación. Os recomendamos sus tigres y su cecina de ciervo.
C/ Lope de Rueda, 35
- Casa Perico:..¡dónde todo lo que se come y se bebe está rico! No podrían haber elegido mejor reclamo para la clientela. Empezaron en 1940 sirviendo aguardiente y chatos de vino, pero a dia de hoy, sus platos son unos de los más castizos y con más carácter que hemos probado, sobre todo los de cuchara, como sus judías blancas estofadas.
C/ Ballesta, 18 - La Taberna de Abajo: sencilla y pequeña, pero también con mucha solera. Nos encanta acompañar sus cañas con sus mejillones con patatas fritas, todo un clásico que nunca falla. Casi todo lo que tienen es marisco (y de muy buena calidad), por lo que es ideal si sois fanáticos de estos “bichos”.
C/ Limón, 16
- La Palmera: ¿que os podemos decir de La Palmera además de que sirve una de las mejores tortillas de patatas de la capital? Pues que es otro bar con mucha solera (lleva en pie desde 1920), que su camarero es todo simpatía y que vayáis temprano si queréis comer con espacio, porque es pequeñita.
C/ La Palma, 67
Fuente imágenes: Google y Pinterest