La comida sana no es comida de hospital y Batavia es la máxima expresión de ello.
La tiranía de la dieta y la vida sana, o de lo fitness y lo healthy, porque parece que en inglés todo fuera más light, que todo tuviera más fibra, más bífidus y más flow, decíamos, esta tiranía del cuerpo en continuo perfeccionamiento es una moda, y como toda moda, tiene sus héroes y villanos. Batavia (C/ Sagasta, 18), sin duda, es de los primeros.
El concepto de Batavia pivota entre el clásico plato combinado y los también de moda «bols con cosas», donde entra desde un poke hasta un desayuno con avena. Pero aquí, en Batavia, hay un principio innegociable: comida sana sin renunciar al sabor.
«Todo se hace aquí con técnicas de cocción para que el ingrediente sea el verdadero protagonista», nos cuenta Raimundo, el creador de la idea, quien asegura que hacen «cocina fresca y para todos; quiero que todo el mundo pueda venir a comer aquí: veganos, intolerantes, celíacos, omnívoros…».
Lo primero que te enamora de Batavia es la disposición de su local, diáfano, con mesas altas y bajas y una larga barra donde se expone lo que se ha cocinado ese día. Un rico mosaico de colores, olores y texturas que dificulta la elección. Y sin embargo, pronto te das cuenta de que muchos de sus ingredientes se repiten, cocinados de diferentes formas, con el fin de no malgastar productos.
Si hay algo que no te puedes perder de Batavia son sus grissinis de yuca y sus limonadas con jengibre y con hierbabuena. Los primeros nos lo sirvieron acompañados de dips de baba ganoush, hummus y crema de queso; los segundos, sus limonadas, están riquísimas tan por sí solas como lo están con un chorrito de ron.
Aunque tienen combinaciones de platos predeterminadas, puedes hacerte la tuya. Proteína, hidratos, un poco de verde y ya lo tienes. Las proteínas se cocinas todas al horno, sin aceite, y el pollo y (sobre todo) las keftas de ternera que probamos nos supieron a gloria. También sirven crema, que cambian a diario, y la de coliflor con setas es un espectáculo.
Podría pensarse que Batavia se desinflaría al llegar a los postres. ERROR. No te puedes ir de allí sin probar su tarta de queso de ciruelas ahumadas y su tarta de lima y coco, ya dietas aparte, porque no solo de pan de centeno vive el hombre.