El pollo es de las pocas comidas afines casi a cualquier zona del mundo. Ninguna gastronomía escapa de tenerlo dentro de su recetario. Y la forma de cocinarlo tiene su límite en la imaginación: hervido para una arepa, al horno como plan dominical o frito si es que es estadounidense, coreano… o chino.
Al respecto de esto último (indudablemente menos popular en el imaginario europeo) destaca la apertura de Zhenxin Chicken en España. Su aterrizaje empezó por Barcelona este mismo mes y su apertura en Madrid (en la calle de Gabino Jimeno, 4 en el distrito de Usera) es cuestión de tiempo.
Zhengxin Chicken, indican distintos medios barceloneses, tiene más de 20.000 locales por todo el mundo. Y su mecanismo no dista mucho del de cualquier otro restaurante de comida rápida de cualquier otra parte del mundo.
¿Qué se come en Zhengxin?
La familiaridad con la carta es la nota común. Lo raro sería lo contrario, bien pensado: un pollo es un pollo aquí y (nunca mejor dicho) en China. La carta la integran alitas, tiras o hamburguesas y sus chichen steak (cortes de pollo con forma de corazón).
Las salsas sí que varían del clásico kétchup y se leen cosas como la de comino, la de ciruelo o la picante.
Otra peculiaridad que lo hermana con YGF Malatang (algo así como el McDonald’s chino de las sopas, como contábamos en este artículo) es el precio de los productos al peso.
El concepto del cubo funciona como un buffet al peso. Se llena una caja de cartón con alitas, palomitas o tiras de pollo y todo a un precio de 2.89€ los 100 gramos.