![Café Pavón: pasado y futuro en Lavapi](https://offloadmedia.feverup.com/madridsecreto.co/wp-content/uploads/2019/01/08110859/cafe-pavon.jpg)
Este mítico local sigue siendo el bar de barrio que fue hace mucho, solo que ahora mola más.
El arte, como cualquier producto, se revaloriza con los años. A lo que hoy es disruptivo, demasiado vanguardista, irrelevante, los años lo acabarán poniendo en su sitio, como una suerte de espiral infinita que algunos se esfuerzan en no entender.
Con los bares, incapaces de escapar a esta lógica de la tendencia, pasa igual. Y lo que hoy es un bar de viejos sin más interés que el de sus parroquianos en su partida de mus, mañana puede ser una mina de oro, llena de caras jóvenes con empleos que hace 50 años ni se imaginaban y salarios generosos (algunos), quizá por poco tiempo.
Café Pavón (c/Embajadores, 9) es uno de esos bares. Bares de siempre en su máxima expresión. Bares situados en una zona que el mercado revitaliza y a cuyos dueños no les queda otra que renovarse o morir. Café Pavón es pasado, no hay más que asomarse, pero también es futuro, porque él y sus clientes indican de qué irá o de qué debería ir la cosa en el futuro.
Al local lo escoltan unos impresionantes ventanales, decorados con motivos a la vieja usanza, y que las noches de invierno se empañan, como las ventanillas del coche en la bodega del Titanic, cuando el local se llena hasta la bandera.
Su barra de zinc y su techo art decó, fechado en 1924, le dan de manera involuntaria al local ese estilo añejo, hoy vintage, tan en boga.
Además, tiene un sofá. Sí, un sofá. Y a mí con un sofá, qué queréis que os diga, me ganan. Porque no hay charla más reconfortante que la que te da un sofá, y a un bar se va a dominar la noble práctica del palique. ¿A qué si no?
Linda con el Teatro Kamikaze, por lo que su clientela fluctúa de un negocio al otro, lo que es maravilloso.
Su gastronomía es otro de sus puntos fuertes. Aquí se dan cita platos como estas papas con choco:
O este chirashi:
Café Pavón también es un sitio donde dejarse ver. Una de esas Mecas del postureo donde la bohemia y el artisteo se juntan.
El local ha sido escenario de múltiples producciones audiovisuales. La última, la serie de Movistar+ Arde Madrid, dirigida por Paco León.
Platos del día a 5 euros, vermut a 1,80. Como veis los precios no están desmadrados.
Foto de portada: Mahoudrid/Fotos del artículo: @cafepavon vía Instagram