El número 84 de Embajadores ha sido, durante más de 50 años, un gran referente en la elaboración de uno de los platos más castizos de nuestra gastronomía: las gallinejas. Y si ha habido alguien que ha reivindicado su valor entre aceite, humo y libros ese ha sido Gabino Domingo, propietario del negocio y uno de los últimos cocineros que aún prepara este plato y otros tan tradicionales de la cocina madrileña como las mollejas, los botones, los chicharrones y los canutos. Tristemente, este emblemático local tiene fecha de cierre: el domingo bajará la persiana definitivamente, cuenta en exclusiva a este medio Gabino. «Llevo 67 años trabajando aquí, aún me estoy haciendo a la idea», lamenta.
«Es una auténtica pena, pero se ha juntado todo», contaba a Madrid Secreto Víctor, su hijo. La familia Domingo ha sido la propietaria del negocio desde que abrió sus puertas, por lo que desprenderse de él es hacerlo de una importante parte de su propia historia familiar, pero también de una importante parte de la historia de un Madrid del que cada vez van quedando menos vestigios: a este cierre se suma el que se conocía también esta semana del mítico café Barbieri y el Porto.
Han cerrado el Barbieri (mítico) y el Porto (nuevomítico) de la plaza de Lavapiés, por el impago de los gestores. Una lástima porque por el momento el barrio se queda sin dos referentes, el primero además uno de los cafés más bonitos de Madrid.
— Jacobo Rivero (@JkbRivero) May 18, 2021
Fotografía de portada: Cedida por Víctor Domingo Sanz