Aún pervive el mito de que la comida picante es un martirio, una especie de autoflagelación insípida que solo pica y tan solo gusta a unos pocos salvajes allende los mares y a otros cuantos modernos. Esto -huelga decirlo- es una catetada como un piano de cola, y si alguien se ha encargado de derribar estos falsos mitos que ningunean la comida picante como una cocina de segunda han sido los chicos de Kitchen 154, el templo de la comida picante de Madrid.
Esta gente cuenta con tres locales en Madrid: uno en el Mercado de Vallehermoso, otro en el número 11 de José Abascal, y uno nuevo en el Mercado de Chamberí. Pero a la vista de las dificultades de este año para comidas, cenas y demás despiporrios, han decidido que si Mahoma no va a Kitchen, Kitchen irá a Mahoma, y han preparado un servicio a domicilio para que la comida te llegue precocinada y tú solo tengas que finiquitarla.
Para ello han preparado cuatro menús diferentes, cada uno con un propósito. El menú de tacos, pensado para ser compartido en Nochevieja entre 4-6 personas; el kit de Nochebuena con platos como el chana masala de garbanzos o el curry thai amarillo de pollo; el kit ‘Que le den al 2020’, similar al anterior pero con platos más contundentes como un cordero asado a baja temperatura o pavo confitado estilo Punjab; y por último el kit de cara a Reyes, con un menú de currys aún por cerrar que vendrá con algunas de sus salsas y condimentos como regalo y el libro Comiendo en las calles de Asia, obra de Álex Zurdo, uno de sus chefs fundadores.
Los diferentes menús pueden pedirse a través de su página web y ellos los entregarán en unos días acompañados de sus correspondientes instrucciones de uso. Además los productos vienen envasados al vacío por lo que aguantan un mes en la nevera y también se pueden congelar.
Chicho, uno de sus responsables de Kitchen 154, nos contó en su día que «el picante nuestro es bastante accesible por muy alto que sea porque está muy bien integrado dentro del plato. Está bien hecho, no es un picante de ‘voy a picar para destrozarte la vida'». Esa es una de sus claves; la otra es ser unos cocineros de primera.