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Después de que el egiptólogo Zahi Hawaas denunciara el estado en el que se encuentra el Templo de Debod (indefenso ante el frío, la lluvia, la contaminación, los pájaros y los actos vandálicos), el Ayuntamiento se ha afanado en la búsqueda de soluciones de cara a revertir la situación.
Donado a España con la condición de que estuviera protegido, el Templo de Debod lleva 30 años en una situación polémica o inestable: no han cesado las demandas para cambiar su ubicación. Ahora, después de esas tres décadas, parece que la situación está abocada a dar un viraje.
En el pleno municipal del 24 de febrero se acordó la convocatoria de un concurso de ideas para cubrir el templo de la forma más adecuada. La convocatoria se abirá a las propuestas a partir de 2021, cuando se emita un diagnóstico completo sobre el estado del templo.
A fecha de hoy, según han apuntado al diario ABC fuentes del área de cultura del Ayuntamiento, se están haciendo análisis “petrológicos, de morteros, de subsuelo, de variables ambientales y funcionamiento climático del templo y asimetría de relieves, estudios petrofísicos -ensayos de deformación e superficies- y de caracterización de materiales -sales, humedades, resistencia de los sillares”.
También se ha podido saber que antes incluso de la convocatoria se acometerán las medidas más urgentes. Algunas de ellas son la sustitución del sistema de climatización, la mejora de la red eléctrica y la iluminación anterior o la instalación de un control remoto y de una cortina de aire.