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El prestigioso egiptólogo Zahi Hawass ha visitado el Templo de Debod y no le ha gustado lo que ha visto. Su decepción e indignación ante el descuido evidente que sufre el monumento ha salpicado las páginas de los periódicos: Hawass pide que España devuelva el templo a Egipto si no tiene intención de preservarlo en condiciones.
El Templo de Debod está indefenso ante el frío, la lluvia, la contaminación, los pájaros y los actos vandálicos; una desprotección que no ha pasado desapercibida para el experto. Madrid se había comprometido a cubrir este lugar histórico, pero la promesa no se ha cumplido del todo: una parte del templo sigue al aire libre, a merced de los elementos y expuesto a cualquier peligro.
La razón por la que el monumento egipcio continúa descubierto es que todavía no se ha encontrado una solución para taparlo, una cuestión que Hawass deja a los especialistas. En 2007 la UNESCO propuso colocar una campana de cristal para garantizar la protección. Sin embargo, ni esta ni otras acciones se han llevado a cabo.
A raíz de estos reproches, el Ayuntamiento ha declarado que está trabajando en un proyecto para conservar el templo sin tener que trasladarlo a un museo, aunque lo cierto es que el Consistorio todavía está inmerso en los estudios para valorar el estado en que se encuentran las piedras, unos análisis que exigen varios años de observación.
El egiptólogo Zahi Hawass y la ministra de Turismo y Arquitectura de Egipto, Rania Al-Mashat, han expresado su malestar y han reclamado soluciones para contrarrestar el deterioro del Templo de Debod en una carta dirigida al alcalde de Madrid y a la vicepresidenta primera del Gobierno nacional.
Un templo egipcio de 2.000 años en el centro de Madrid
El Templo de Debod, un monumento egipcio dedicado a la diosa Isis, llegó a la capital, piedra a piedra, en 1968. Fue levantado en el año 200 a.C., es decir, que tiene 2.200 años de historia. En 1907 experimentó una reconstrucción y en 2008 fue declarado Bien de Interés Cultural.
Fue un regalo con el que Egipto agradeció a España su colaboración durante el traslado de los templos de Nubia. Estados Unidos, Holanda e Italia también recibieron uno, pero nuestro país se quedó con el más grande de los cuatro, a condición de que contara con la protección adecuada.
Hawass advierte que el templo se derrumbará en 100 años si Madrid no lo conserva de manera apropiada y se queja de que esta joya egipcia haya sufrido más en las últimas décadas que en sus 2000 años de existencia.
A pesar de la «sequía» del estanque que rodea las piedras, sin agua desde septiembre de 2018, el Templo de Debod sigue siendo ofreciendo uno de los atardeceres más hermosos de Madrid.
Fotos: Shutterstock