No preguntes por nuestras tradiciones, únete a ellas.
La nieve en cantidades industriales, eses señor de abrigo rojo con un trineo volador, renos, bastones de caramelo y calcetines XXXL. Son imágenes de la Navidad importadas y visibles en muchos rincones del mundo, incluso allí donde las temperaturas no bajan de los 15º. En Madrid tampoco podían faltar, como es lógico.
Pero, eh, que también tenemos nuestras propias costumbres y tradiciones, con más o menos aceptación, pero que convierten las Navidades en algo mazo madrileño. Y no son pocas.
6 árboles de Navidad en el centro
En una ciudad muy grande y con tres millones de habitantes, ¿de verdad ves coherente que nos apiñemos para ver el árbol? Pues no, para eso ponemos seis y repartimos el espíritu navideño en diferentes localizaciones. Este año están en Sol, la plaza Mayor, Callao, Colón, la plaza San Juan de la Cruz y la calle Fuencarral.
Gorros, pelucas y globos transparentes
Pista número 1 para distinguir a un turista de un madrileño: que el foráneo lleva algo raro en la cabeza. Unos cuernos de reno, un gorrito de colores o una peluca estrafalaria. Los vendedores ambulantes de chorraditas hacen su agosto en diciembre, ante la estupefacción de los locales. En 2018 también se llevan una especie de globos transparentes bastante raros pero con una gran popularidad.
Colas sin fin para tomar chocolate caliente en San Ginés
Una cafetería con décadas de historia muy bien llevadas en cuyas puertas se apelotona el gentío cuando bajan las temperaturas. Como si este fuera el único lugar de la capital para beber chocolate caliente. Sí, es uno de los mejores, pero hay otros sitios para tomar churros con chocolate en Madrid. Qué ganas de hacer cola porque sí… aunque están buenísimos, eso hay que reconocerlo.
La ruta comercial Preciados-Gran Vía-Fuencarral
Mira que hay centros y calles comerciales por toda la ciudad. Pues aun así, todos seguimos el mismo recorrido: desde Sol enfilamos la calle Preciados, hábitat de El Corte Inglés, y después bajamos Gran Vía hasta Plaza de España. Subimos otra vez y nos adentramos en la calle Fuencarral. Luego, si te quedan fuerzas, cotilleas las tiendas alternativas de Chueca y Malasaña. Es la maratón de los regalos.
Mercados navideños que aparecen y desaparecen
Algunos mercados navideños de Madrid tienen una particularidad: un día entras, al día siguiente vuelves y allí ya no queda ni rastro del lugar que visitaste. No es locura transitoria ni una ilusión óptica, es la magia del pop up. ¡Pero qué buenas sorpresas y detalles esconden!
¿Qué otras cosas crees que solo son navideñas solo Madrid?