Madrid es una ciudad de contrastes. No te acabamos de decir nada nuevo, ¿verdad? Pero, ¿te has parado a pensar cuánta razón tiene esa afirmación? En las calles donde ahora abunda el street art y la gente con pelo de colores impensables hubo carrozas en las que la alta alcurnia madrileña paseaba por ellas.
Por suerte, podemos conocer mucho del pasado de nuestra ciudad gracias a todos los resquicios que quedan de nuestro pasado. Un enorme ejemplo de ello es el Palacio Real, que alberga casi tantas curiosidades como habitaciones. ¿A que ahora quieres saber cuántas son? Pues no es el único dato curioso que vas a aprender hoy sobre este edificio tan monumental:
Empezaremos por desvelarte el número de habitaciones. Digamos que en esta «casa» no tendrías problema en convivir con tu peor enemigo, pues no tendrías muchas opciones de coincidir con él en alguna de sus 3.418 estancias.
El Palacio se levantó después del gran incendió que destruyó el Alcázar de Madrid en 1734, por lo que Felipe V ordenó que la nueva construcción no tuviera nada de madera. Es por eso que esta edificación es toda de piedra y ladrillo, salvo las puertas y ventanas.
Es el más grande de Europa Occidental. Sí, sí, sus 135.000 metros cuadrados lo colocan por delante incluso del palacio de Buckingham o el de Versalles.
Por obvio que te parezca, hay gente que se sigue preguntando si el Palacio es la residencia de los reyes, pero no, no lo es. Se utiliza para ceremonias, recepciones, encuentros de Estado y en general para eventos oficiales.
En una de sus muchas estancias, el Salón de las Columnas, han ocurrido acontecimientos muy importantes en la historia de nuestro país, como la firma del Acta de Adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (lo que viene a ser la Unión Europea) o la abdicación del rey Juan Carlos I.
La mesa imperial (en la que se realizan los almuerzos y cenas oficiales de la realeza española) se encuentra en el Comedor de Gala y es una de las más grandes de Europa. Tiene 80 metros de largo y una capacidad para 200 comensales.
Si alguien decidiera vivir en él a día de hoy, no tendría que salir ni para comprar Ibuprofeno. El Palacio cuenta con la Real Botica, una estancia en la que hay espacio hasta para realizar destilaciones y que fue reconstruida tal y como se encontraba en la época de Alfonso XII.