En pelotas, desnudos, en bolas o vestidos, en bañador, en bikini. Las dos alternativas, aunque el reclamo principal sea el naturista, son válidas. La Asociación para el Desarrollo del Naturismo (ADN) organiza otro año más una de las acciones más sonadas en el contexto de las piscinas de Madrid: el Día Sin Bañador en Hortaleza.
El motivo por el que se celebra esta acción, contaba Ismael Rodrigo –presidente de ADN– el año pasado a este medio, es la defensa del naturismo: “para que vean que no hay ningún problema porque se mezcle gente desnuda y vestida” y añadía que “vestirse obligatoriamente en todo momento es dañino para el ser humano: la ropa es un buen invento, pero hay veces que es un estorbo”.
¿Cuándo se celebra el Día sin Bañador?
Las piscinas de Madrid son testigos de que la convivencia entre gente con bañador y gente sin bañador es posible desde 2010, cuando se celebró el primer Día Sin Bañador. La tolerancia hacia este tipo de eventos va en aumento y en 2023, este año, se celebrarán hasta tres días. El primer evento tuvo lugar el 4 de junio en la piscina municipal de Lago y el segundo será este domingo 16 de julio en la piscina municipal de Aluche.
Y el tercer día será el 3 de septiembre en Hortaleza, que tendrá lugar en horario matinal (de 10 a 15h) y para el que es necesario reservar cita a través de la web de reservas en piscinas municipales.
¿Por qué celebrarlo en una piscina?
La defensa del naturismo por parte de Ismael Rodrigo, que también es el presidente de la Federación Española de Naturismo (que agrupa las 19 asociaciones que hay en España), tiene muchas aristas.
La que justifica que se celebre en una piscina alude a cuestiones higiénicas: “En las piscinas la gente está obligada a ducharse antes de meterse al agua, pero se duchan (más que ducharse se mojan) con el bañador puesto. El bañador impide que el agua llegue a las partes que tapa el bañador”, dice Ismael Rodrigo para citar después casos como el de Finlandia, donde es obligatorio ducharse con agua y jabón.
Ismael Rodrigo también habla de cuestiones psicológicas, educacionales y de liberación personal y lanza una diatriba contra el bañador y su mera existencia: “el bañador no sirve para nada, no sirve para lo que su nombre indica (no te baña), el bañador es una prenda absolutamente inútil. No es ropa y no tiene función. Tiene una función de censura e ideológica”.
El presidente de ADN también habla de la buena acogida de este tipo de eventos y también del aumento progresivo del número de asistentes. En la primera ocasión en la que se celebró (Ismael habla de inicios duros) apenas asistieron un centenar de naturistas. En los últimos años ya van entre trescientos y cuatrocientos. Y la cifra va en aumento.