El edificio del distrito de Salamanca afectado por una explosión el pasado viernes 6 de mayo será parcialmente demolido. Así lo explicó Mariano Fuentes, el delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento, que afirmó que “el edificio está muy dañado desde el punto de vista estructural.” Durante su encuentro con los medios de comunicación de ayer, lunes 9 de mayo, explicó también que las autoridades y los servicios técnicos se reunieron con los residentes del inmueble, ubicado en el número 35 de General Pardiñas, para informarles de la decisión.
Para ellos, que no han podido entrar en sus casas desde que se produjo el siniestro por el riesgo de derrumbe, se establecerá un puesto de control desde el que se les mantendrá al tanto de la evolución de la situación. También se depositarán allí las pertenencias y enseres que puedan ser recuperados por los profesionales del Consistorio de las 12 viviendas del edificio, una de las principales preocupaciones de los vecinos.
Debido a la delicadeza del estado estructural, tampoco han podido regresar a sus casas la totalidad de los residentes de los bloques colindantes. De los 62 domicilios del número 33 de General Pardiñas se ha permitido el regreso a un total de 46, quedando inhabitados por el momento los 16 restantes, los más cercanos al origen de la explosión.
Una demolición delicada
Debido al grado en el que se vio afectada la estructura del edificio, al que no puede accederse, la demolición tendrá que realizarse desde arriba, tal y como se hizo con el edificio de la calle Toledo que sufrió una explosión similar el pasado 2021. Los técnicos se centrarán especialmente en el derrumbe de la parte alta del inmueble, la más afectada.
Más concretamente, trabajarán en el último forjado, los áticos, la caja de la escalera, el torreón y la parte que colinda con el número 78 de la calle de Ayala. Según avancen sus trabajos se evaluará el estado del resto de la estructura y se determinará si es necesario declarar la ruina de otras partes.