El terraceo es una costumbre sacra en la capital, tanto en las calles del centro como en los barrios periféricos. Una silla metálica o de plástico blanquecino al sol es una silla ocupada por alguien con sed de cañas y hambre de tapas. Tanto nos gusta que más de siete de cada diez madrileños salimos de bares todas las semanas.
Una encuesta ha expresado en cifras nuestro nuestra afición por el «tomar algo por ahí». La han llevado a cabo Madison Market Research en colaboración con la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de Alimentación (SEDCA). De sus resultados se extae otro dato revelador: el 7% de los madrileños vamos a los bares a diario.
El aperitivo al mediodía. Las cañas de afterwork que se extienden varias horas después de haber salido de la oficina. Las copas de los viernes y los sábados por la noche. El vermut del domingo. El porcentaje nos parecía alto, pero, ¿quién no ha acudido a estas citas sociales al menos una o dos veces la semana pasada?
Vamos más allá: ¿dónde has quedado con tus amigos para vuestra próxima cita? Ya decíamos nosotros, ya.