Si sois de las personas que al acabar de ver una película en el cine se quedan a ver los créditos –o, al menos, una parte de ellos–, es posible que hayáis jugado a un pasatiempo que consiste en buscar entre ese mar de nombres y apellidos alguno que os resulte llamativo y destaque sobre el resto por algún motivo: se parece o es igual al vuestro o al de alguien que conocéis, tiene algún significado en sí mismo, su sonoridad es especial…
Este ejercicio, aplicable a la inmensa mayoría de producciones audiovisuales, resultaría un tanto diferente en el caso In the Robot Skies: una pieza en la que algunos de los pocos créditos convencionales corresponden a los roles de dirección (Liam Young) y escritura (Tim Maughan), puesto que se trata del primer corto de ficción que ha sido grabado íntegramente con drones autónomos.
La producción se ha llevado a cabo en colaboración con el Embedded and Artificially Intelligent Vision Lab de Bélgica y, para su realización, se ha experimentado con cámaras dron desarrolladas específicamente para el proyecto. Según la nota de prensa de la exposición, «fueron programadas con comportamientos individuales y criterios cinematográficos propios.»
Videoinstalaciones para imaginar mundos del futuro
Este innovador corto se articula en torno a la siguiente premisa: «En una ciudad de un futuro cercano donde los drones ejercen como agentes de la férrea vigilancia del estado, un dron se convierte en el medio a través del cual dos jóvenes se enamoran«.
La pieza se podrá ver hasta el próximo 20 de noviembre en la cuarta planta del Espacio Fundación Telefónica (calle Fuencarral, 3), dentro de la exposición Liam Young. Construir mundos. La muestra reúne los trabajos más importantes del artista australiano en forma de videoinstalaciones de grandes dimensiones, entre las que se encuentran dos creadas expresamente para la exposición: The Great Endeavour y The Emissary.
Los relatos de Young están filmados con técnicas digitales que van de los mencionados drones al escáner láser utilizado en los coches autónomos. El artista emplea esas técnicas para contar historias como la de un grupo de jóvenes que se reúne al salir del trabajo y recorre la ciudad en busca de un lugar donde ocultarse de la mirada de las máquinas (Where the city can’t see) o la de una megaciudad en la que conviven todas las culturas del planeta (Planet City).
Junto a ellas se exponen maquetas, fotografías, vestuario y otros materiales que le han servido para dar forma a sus reflexiones sobre el impacto de la tecnología en nuestras vidas y cómo ha transformado las ciudades. Entre otros reconocimientos, Young ha sido nominado a los BAFTA y su obra forma parte de colecciones de grandes museos del mundo como el MoMA o el Victoria and Albert.
Esta exposición, además, se enmarca dentro del programa del Festival Urbano de Arte Digital de Madrid (MMMAD), que se celebra en la capital durante el mes de mayo y este año tiene por ejes temáticos las urbes del futuro y el arte digital.