Hace unas semanas el videoclub Ficciones de Cine (calle de Juanelo, 15), uno de los últimos videoclubs de Madrid, lanzaba una llamada de socorro: si no conseguía reunir el dinero suficiente para saldar sus deudas se vería abocado al cierre. Por este motivo, el local se embarcó en una campaña de crowdfunding en ‘Go Fund Me’ para tratar de salvar el negocio: 4.200 euros era la cifra que decidiría el futuro del local, según contaba a El Confidencial su propietaria desde 2015, Marcia Seburo.
Además de factores que vienen de atrás como la irrupción de plataformas de vídeo bajo demanda (VOD) ha sido la pandemia, en palabras de la propia dueña, la que «ha herido casi de muerte a Ficciones». Afortunadamente, a unos días de que finalice el mes de abril, y como haciendo caso del que se podría considerar el crowdfunding fundacional, la campaña ha alcanzado su objetivo económico y, en consecuencia, el de Marcia: mantener en pie el que durante décadas –y aún en el presente– ha sido y es destino de muchos cinéfilos de la capital.
En muy poco tiempo este negocio de Lavapiés ha logrado no solo llegar al objetivo, sino superarlo: en el momento en que se redacta este artículo, la cifra recaudada se encuentra en 4.515 euros de una campaña que tiene de tope 4.900 euros. Al mismo tiempo, cada aportación económica ha ido acompañada de otras personales por parte de los mecenas, con las que justificaban el donativo: «Apoyemos la cultura de barrio. Es un videoclub único, con un catálogo de cine enorme que puede y debe convivir con las plataformas y con los cines. Marcia, valiente y amante del cine. Estamos contigo», escribía una de ellas.
Videoclub, punto de recogida y laboratorio fotográfico
A pesar de que han sido en gran medida la «cabezonería» y el amor por el cine –tanto de Marcia como de sus clientes– lo que ha contribuido a mantener este espacio a flote, el Ficciones ha tenido que reinventarse y apoyarse en algo más que los DVD y Blu-Ray para sobrevivir. Prueba de ello es el peso que tiene, en términos económicos, la venta de merchandising original de Estudio Ghibli: según relataba Marcia a Somos Madrid, «no puede encontrarse en ningún otro lugar de Madrid» y visto su éxito será un pilar fundamental en esta nueva etapa del negocio.
Otros ajustes, además de la venta de merchandising, han pasado por convertirse en punto de recogida de paquetería o por ceder un espacio en forma de laboratorio de revelado a Contado Pierde, un proyecto social de fotografía con sede en el Mercado de San Fernando –y como esa descripción se le queda corta, hablábamos de él en profundidad en este reportaje–.
A pesar de las dificultades, Seburo está convencida de que «es imprescindible defender este formato para que siga estando a disposición de todos los amantes del buen cine». Bajo esta premisa, los más de 46.000 títulos que se distribuyen por sus estanterías seguirán encontrándose con los espectadores en los hogares madrileños y el Ficciones, en una paradoja feliz para los amantes del cine, continuará siendo una realidad.