La plaza Santa Bárbara es escenario de un peculiar espejismo: a un lado de la plaza, el que atañe a Génova, se encuentra un Banco Santander y al otro, una cafetería homónima que llevaba dos años cerrada. Hablamos, claro, de la Gran Cafetería Santander: lugar de aspecto setentero, ambiente castizo y difícilmente olvidable de la iconografía madrileña.
La Gran Cafetería Santander cerró en 2019, a las puertas de una pandemia mundial, con la promesa de abrir en 2020. La promesa, como tantas otras que el coronavirus ha ido aplazando, no se pudo cumplir y ha tenido que ser esta semana cuando se ha producido la reapertura.
Los responsables de este renacimiento son Paco Quirós y Carlos Crespo (líderes del grupo Cañadío) que, no en vano, son cántabros. Su apuesta ha seguido la línea de reformar el local y adaptarlo a los tiempos que corren. Ahora, el futuro de esta cafetería de más de medio siglo de edad, está en sus manos y solo el tiempo determinará si segundas partes son buenas.