Este verano la hamburguesería Hard Rock Café, madrileña e internacional a partes iguales, echó el cierre a su local de Colón tras 25 años sirviendo hamburguesas icónicas entre sus paredes colmadas de autógrafos, guitarras eléctricas y otros souvenirs de la farándula musical de todo el mundo. Por fortuna, este «adiós» solo ha sido una separación temporal.
Hard Rock Café no se marchó del barrio de Salamanca por culpa del coronavirus, sino porque se le acababa el contrato de arrendamiento del local (¿qué nos van a contar a nosotros?). Así que, tras poco más de un mes de búsqueda, el restaurante se muda al centro, justo al lado de Sol.
Aunque el nombre de «restaurante» ya no le sienta bien. La nueva casa de la hamburguesería estará en el número 11 de la calle Preciados y será una tienda de merchandising de la marca donde no se servirá a los comensales.
La actividad culinaria se trasladará a una dark kitchen dentro del Mercado de Barceló en Malasaña, donde solo se dará respuesta a los pedidos take away y a domicilio que se soliciten a través de las plataformas de delivery con las que trabaja el establecimiento.
El nuevo Hard Rock Café ocupará el lugar de Creaciones Vívar, un negocio familiar que sí se vio obligado a bajar la persiana por los estragos de la pandemia. Se trata de un espacio cuatro veces más pequeño que el de Colón.
La experiencia ya no será la misma pero, al menos, podremos saborear la alegría de saber que no nos hemos quedado sin la sede madrileña de la mítica cadena.
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