Madrid, con sus nueves meses de invierno y sus tres de infierno, tiene un tipo de negocio que apenas puede trabajar una cuarta parte del año: las heladerías. Y en ese tiempo, para diferenciarse de la competencia y habiendo tenido un 75% del año para prepararse, la competencia es altísima.
La Guía Repsol, que presentó los 250 nuevos Soletes a principios de semana en Ibiza, reconoció dos heladerías madrileñas como locales con buen producto y buen precio. Esas heladerías son Maison Glacée (calle Alcalá, 77 y calle de Ibiza, 42) y Los Alpes (calle Arcipreste de Hita, 6).
Los motivos que justifican estos premios, en el caso de Maison Glacée son, en palabras de Repsol: “El repostero Ricardo Vélez apuesta en este espacio por sus helados y brioches. La nota alta es para sus bambas: ¡unas delicias de nata!”. Y en el caso de Los Alpes se destaca que fue “fundada en 1950 por la familia que lo regenta, ofrece variedad de helados de gran calidad, adaptados a las tendencias modernas, horchata y granizados excelentes”.
¿Qué son los Soletes?
España tiene 2.500 locales reconocidos con un Solete de la Guía Repsol, que es una categoría dinámica que huye de lo elitista y que piensa en el verano y en la idea de comer bien sin desembolsar una gran cantidad de dinero.
Poco importa que la categoría de Soletes de la Guía Repsol esté más orientada a destinos costeros –prueba de ello es que contempla chiringuitos, terrazas y heladerías–, ocho locales de Madrid han recibido un merecido reconocimiento por ser espacios asequibles con buen producto.
Además de las citadas heladerías, la Guía Repsol ha otorgado soletes a otros seis locales madrileños. Cuatro de ellos están en la ciudad –son Kioskos de Florida Park, el taller de el Lago, Bosco de Lobos o Terraza Berlín– y los otros dos están en la región: La Cañada de Pinilla del Valle y Casa Benito de Fuente el Saz de Jarama.