Da igual si acudes puntual cada domingo o si la última vez que pisaste una iglesia fue en la Comunión de tu prima segunda. Madrid esconde iglesias curiosas por doquier que bien merecen una visita si te consideras un auténtico insider de la ciudad.
Haznos caso, que lo que decimos va a misa.
1. Iglesia Ortodoxa de la Magdalena
Quién diría que un barrio por lo general tan plano como es Hortaleza albergaría un secreto de este tamaño. Una pedazo de basílica ortodoxa, de torres blancas y cúpulas doradas que quitan el hipo. Te lo contamos todo en nuestro reportaje sobre esta iglesia.
Gran Vía de Hortaleza, 48
2. Iglesia Ortodoxa Griega
El de Hortaleza no es el único templo ortodoxo de la capital: hay una iglesia griega, discreta y sencilla, oculta en una zona más bien residencial de Madrid. Su exterior construido en ladrillo y su pequeño tamaño no traslucen su verdadera identidad: solo una cruz coronando la cúpula la delata.
Calle Nicaragua, 12
3. La Buena Dicha
Estuvo cerrada bastante tiempo por reformas, pero volvió a abrir sus modernistas puertas en la calle de Silva, 21. Es mejor visitarla por la mañana cuando la luz atraviesa su linterna azul cielo y nos desvela todos los detalles que la adornan: arcos polilobulados y decorados con atauriques, capiteles compuestos con arcos de herradura… Estilo ecléctico donde los haya. No en vano la construyó el arquitecto García Navas, el mismo que se encargó de la capilla del cementerio de La Almudena.
Aquí estuvo desde 1594 el hospital de Nuestra Señora de La Concepción y de la Buena Dicha, que atendía a los enfermos pobres de la villa. Este hospital tenía su iglesia y un pequeño cementerio, el de La Buena Dicha. Durante el Levantamiento del 2 de mayo de 1808 se atendieron a los heridos y se enterraron a muchas de sus víctimas, como Manuela Malasaña y Clara del Rey. Cuando se derribaron hospital y cementerio, los cuerpos se trasladaron al Cementerio de La Florida, donde siguen hasta hoy.
Calle de Silva, 21
4. San Antonio de Los Alemanes (o de Los Portugueses)
Muy cerca de la anterior, en la calle Puebla, encontramos esta joya. Es la única iglesia de nuestra ciudad de planta elipsoidal y cubierta desde el techo hasta el mismísimo suelo de pinturas al fresco.
Primero se llamó San Antonio de Los Portugueses, ya que por aquel entonces Portugal pertenecía a España y allí se atendía a nuestros “compatriotas”. Cuando se independizaron en 1668, la reina Ana de Austria lo destinó a los alemanes, que seguían vinculados a la Corona Española.
¿Por qué está totalmente cubierta de pinturas al fresco que más bien parece un local de grafiteros que una iglesia? Porque era mucho más barato decorar con pintura que vestirla con santos. Juan Carreño de Miranda y el muy madrileño Francisco Rizi fueron los artistas. No hay que perderse ni una de las “viñetas”. Es aconsejable llevar leída la vida del Santo para comprender mejor las escenas allí contadas.
Calle Puebla, 22
5. Cachito de Cielo
Su nombre oficial es Capilla de Las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada. El extraoficial, Cachito de Cielo, le viene por las ingenuas nubes de yeso que adornan el presbiterio y que parece que nos van a dejar atisbar el mismísimo paraíso.
Si van a buscarla, no esperen encontrar una fachada al uso: nada más lejos de la realidad, ya que tuvo que construirse en las Caballerizas del Palacio de Doña Emilia Riquelme y Zayas. Ella quería una capilla, pero una ley de entonces impedía construir edificios religiosos de nueva planta. Así, Doña Emilia dispuso construirla en sus caballerizas y burlar a los legisladores.
Ahora está dedicada a la Adoración Perpetua, lo que nos conviene, pues está abierta las 24 horas. Las misionarias también dan desayunos a los necesitados así que, si van pronto, ya saben.
Travesía de Belén, 1
6. Iglesia de San Antón
Otra iglesia que pertenece abierta todo el día y toda la noche es la de San Antón, situada en el barrio de Chueca, junto al Colegio de Arquitectos. Su fachada no destaca demasiado y su interior no es ningún portento: es su espíritu lo que la caracteriza. Admite perros, tiene wi-fi y es LGTBI-friendly, entre otras cosas. Puedes leer más sobre ella en este reportaje.
Calle de Hortaleza, 63
Nota: Este reportaje es una ampliación del original escrito por nuestra seguidora Candela Igualador.