Madrid alberga un nuevo homenaje particular a los afectados por la erupción del volcán de La Palma. Ubicado en el Real Jardín Botánico, es un jardín zen negro cuya superficie está cubierta con cenizas de la isla. Y podrá visitarse en la terraza de la Flor hasta el próximo día 7 de diciembre.
Detrás de esta iniciativa paisajística, comisariada por Menene Gras Balaguer, directora de Cultura y Exposiciones de Casa Asia, está el arquitecto japonés Hiroya Tanaka. El autor decidió prescindir de los materiales artificiales que se utilizan habitualmente en este tipo de proyectos y optó por uno que fuera más representativo de la causa a la que rinde tributo. Para su instalación, se recogieron más de 70 toneladas de ceniza de la lava procedente del volcán de Cumbre Vieja de la Palma.
En referencia también al archipiélago canario, en el mismo espacio se han colocado una selección de piedras de gran tamaño con las que se busca representar las siete islas que lo conforman. No obstante, su disposición sigue los criterios del paisajismo nipón.
Exposición sobre el arte floral
Más allá del nuevo jardín zen, el arte asiático se ha hecho hueco en el Jardín Botánico también en forma de exposición. Situada en el invernadero de los bonsáis y en el Patio del Tilo, permanecerá abierta al público hasta el 25 de septiembre, pasada la época estival. También comisariada por Menene Gras Balaguer, la selección tiene como objetivo representar la construcción de la identidad cultural en relación con la naturaleza, el que es también el hilo conductor con el proyecto del jardín zen negro.
Bajo el título La risa de las flores, una referencia al poeta Matsuo Bashô, reúne obras en distintos formatos que reinterpretan el arte floral. Sus protagonistas son 15 artistas, 8 españoles y 7 originarios de diversos países de Asia tales como Japón y Corea. Los soportes que utilizan van desde los más clásicos, como la pintura y el dibujo, hasta otros más recientes, como la instalación de video.