Jimbo Smokehouse cierra el trío formado por Mad Café y Mad Grill para regalarnos una experiencia de lo más cárnica.
Antes de hablarte del siguiente restaurante, queremos dejar claro que aquí, eso de «con las manos en la masa» es totalmente literal. Tanto, que al acabar de comer te servirán las clásicas toallitas húmedas con perfume de limón para que puedas salir del local tan guapx como cuando entraste.
¿Qué queremos decirte con esto? Que al entrar a Jimbo Smokehouse (Plaza del Descubridor Diego de Ordás, 4, Chamberí) te dejes llevar por tus instintos, porque aquí, el olfato, el gusto y el tacto serán los encargados de sumergirte en este viaje gastronómico. Jimbo es la nueva incorporación a la familia junto con Mad Café y Mad Grill, dos locales que si ya habéis visitado os permitirán haceros una idea de lo que os espera en el tercero.
En este caso, Jimbo deja atrás las hamburguesas para dar un paso más allá en el trato con los productos cárnicos. Su cocina se basa en las carnes ahumadas al estilo americano. Ya sean de vaca, cerdo o pollo, sus productos pasan largas horas cocinándose. Unos en sus propios jugos y otros con especias. Y no hay muchos más secretos, porque la materia prima no los necesita. Hasta el momento pueden presumir de ser el único local de España que cocina siguiendo la técnica correcta para ahumar la carne.
Por si te lo preguntabas, en su carta no hay hueco para los vegetarianos o veganos, pero los carnívoros encontrarán un trozo del paraíso en sus fuentes de carne, porque aquí no existen los platos, sino las bandejas; en las que podrás disfrutar al mismo tiempo del tipo de carne que elijas y los acompañamientos que esta lleva.
Las opciones de su carta se preparan sobre las mismas maderas y con tiempos de cocinado similares. Y ahora es cuando viene la parte importante: el momento en el que te llevas las manos a la masa. Puedes hacerlo con sus costillares (de vaca o cerdo), los contramuslos de pollo, adobados con piel de cítricos y pimienta negra, el siempre acertado pulled pork o el que se ha convertido en su joya de la corona, el brisket. Un corte de carne que proviene del pecho de la vaca que primero se macera en sus propios jugos y que luego se deja ahumar durante 15 horas.
Además del favorito de la casa, también incluimos en la lista sus alitas de pollo de corral ahumadas y fritas, con salsa de miel y chili chipotle. Se sirven además, con crema agria y apio para contrarrestar el sabor picante de forma más que acertada. Por supuesto, nuestros dedos se fundieron en uno con cada alita.
El otro plato que probamos (recomendamos compartir porque las raciones son bastante contundentes) nos hizo conectar con nuestros antepasados al recordarnos lo mucho que se disfruta comiendo con las manos. Las responsables de eso fueron las baby back ribs, un tipo de corte de costilla de cerdo sazonada con chili en polvo y especias , ahumadas durante 8 horas y acabadas con su salsa barbacoa casera. La carne estaba tan suave como la mantequilla y el toque de la salsa barbacoa, perfecto.
Además tienen tres salsas barbacoa de elaboración propia adicionales: una para carne de vaca, otra para cerdo y una «ahumada general»; con las que no solo está permitido, sino que es obligatorio chuparse los dedos.
Si no quieres mancharte tanto los dedos, también puedes disfrutar de sus sándwiches, que se preparan con las mismas carnes. Además, tienen una oferta bastante apetecible para combinarlos con la bebida que elijas.
Si quieres disfrutar del verdadero sabor de la carne ahumada ya sabes, porque en Jimbo Smokehouse están deseando mancharte.