El otro día tuvimos el gusto de conocer un nuevo restaurante al lado de El Retiro, La Raquetista. Nos llamó la atención el nombre y su carta de presentación. Este nuevo restaurante es la nueva creación de los hermanos Aparicio, (creadores de Cachivache) y en la que están poniendo todo su cariño y experiencia.
Han querido hacer algo más cercano, centrándose en la comida tradicional española y los productos de temporada pero con grandes toques de creatividad. Intentaron reflejar todo esto en el nombre del local, La Raquetista: fue elegido en honor a su abuela vasca, amante del frontenis, que se paseaba por las calles de su ciudad natal con la raqueta como símbolo de mujer moderna.
El cambio de barrio se debe a la búsqueda de un cliente más conocedor del género y como un reto, ya que la abundancia de competencia por los alrededores te obliga a sostener un listón muy alto, algo que ellos sujetan sin esfuerzo, como tuvimos el gusto de comprobar.
Tienen una amplia zona de barra pero si eres más de comer sentad@ y tranquil@, será mejor que reserves porque solamente hay cinco mesas con la intención de darte un servicio exclusivo.
Nuestra aventura en La Raquetista empezó con un aperitivo de higadillo con salsa de tomillo, seguido de los torreznos, una de las especialidades de la casa. Por supuesto recomendamos que toda la comida se riegue con un buen caldo, que en La Raquetista no faltan.
La tradición y la variedad la podemos observar en cada uno de sus platos, que van desde el erizo de mar sobre crema de patatas, los tacos mexicanos de papatana de atún rojo, sus platos de cuchara, como los garbanzos con butifarra negra y foie o la ensalada de pamplinas (planta que nace en la ribera de los ríos, lamentablemente un poco desconocida).
Y para demostrar que todo es fresco, que la compra se hace todas las mañanas, que la inspiración es la que maneja las manos de Javier Aparicio, también puedes encontrar platos fuera de carta según la temporada. Nosotros tuvimos la suerte de disfrutar de unas exquisitas alcachofas con crema de castaña y avellana y un solomillo de venado con quinoa real y salsifis, un tubérculo con toques avainillados. Y para terminar, tuvimos el gusto de probar su torrija, especialidad de la casa, recubierta de azúcar caramelizado, con la que vivirías en una Semana Santa continua.
Paco Aparicio nos contó el amor que su hermano pequeño, Javier (el cocinero), ha sentido por la comida desde que los dos eran unos niños. El mayor era el que iba corriendo a casa con sus amigos para comer los sandwiches que Javi hacía para todos.
La Raquetista es un lugar creado para pasar un buen rato, recordar esos platos que comíamos en nuestra infancia con toques de modernidad creados por un cocinero con un gran amor por su trabajo. Aquí solo hay espacio para los buenos momentos que nos hace pasar la comida, los recuerdos que nos trae, y cómo todo eso puede hacer que pasemos del enfado a la felicidad más absoluta. Paco nos contó cómo una vez fue testigo del cambio de comportamiento de una pareja que entró enfadada y salió comiéndose a besos. “Esto es lo que quiero. Me alimento de la cara feliz de mis clientes”.
Estamos seguros que con nosotros lloró de felicidad.