Se acabó. No hay más debate. Aunque la paella sea para muchos nuestra credencial gastronómica más valiosa de fronteras para fuera, la estadística ha hablado: la tortilla de patatas es el plato castizo más preferido por los españoles.
Así ha resultado de una encuesta realizada por el comparador de seguros Acierto.com. Concretamente, el 47,5 por ciento de los encuestados para eligió la tortilla de patatas como su plato favorito de la gastronomía nacional, frente a un 27,8 por ciento que eligió la paella (o el arroz con cosas, según a quién se le pregunte).
El resto de nuestros blasones gastronómicos se encuentran muy atrás. El cocido madrileño fue votado por un 10,7 por ciento de los encuestados, el gazpacho obtuvo el 7,8 por ciento de los votos y las croquetas, un 6,1 por ciento.
Y he aquí la pregunta delicada, el principal foco de disputas frente a los fogones: cómo nos comemos esa tortilla, ¿con o sin cebolla? La disputa vuelve a zanjarse de forma diligente: gana la versión con cebolla, votada por un 60 por ciento de los participantes en el estudio frente al 20 por ciento que se decantó por su versión sin cebolla. El otro 20 por ciento afirmó darse por contento con ambas.
Sin embargo, como indicábamos al principio, la paella sigue siendo nuestra principal tarjeta de presentación. Tanto es así que la receta del famoso arroz valenciano es la cuarta más buscada en internet, solo por detrás de la pizza, el sushi y el risotto.
En cualquier otro lugar (bueno, menos en Italia, donde el buche también es ley), este debate sería carne de conversación de ascensor, pero aquí «no es cosa menor, dicho de otra manera, es cosa mayor», que diría aquel. Aquí, donde hay una media de un bar por cada 175 habitantes, los bares y sus avíos son cosa seria. El debate está cerrado.