Me gustan los restaurantes que hacen un plato, se especializan en él, a veces incluso provocan en locales de aspiración similar toda una concatenación de imitaciones y más pronto que tarde lo convierten en bandera, insignia y motivo de peregrinación. Se trata, generalmente, de un tipo de plato con unas peculiaridades muy precisas: la materia prima que emplea no se puede encontrar fácilmente, es un producto de temporada y averiguar cada paso de su elaboración es complicado. Cada uno de los requisitos los cumplen las croquetas de trompeta de la muerte y trufa, hechas en Madam, afrancesado y céntrico restaurante que abrió en pleno verano madrileño.
Madam, que tiene de afrancesado el nombre, un par de platos de la carta (la selección de quesos o el croque madam) y la decoración, es un restaurante que se apropia de la originalidad como norma y casi como único requisito para la elaboración de los platos que integran su carta.
¿Qué se come en Madam?
Si no es bajo esta premisa, no se entienda el carácter internacional y difícilmente definible de su carta. ¿Croquetas? Sí, pero de cabrales y con alioli de manzana asada y miel de caña. ¿Tartar de salmón? Como toda nueva apertura que se precie, pero con una mayonesa de jalapeños. También hay nems –rollitos vietnamitas–, pero son de pato.
En la comida, entonces, se recorre España, México, Vietnam mientras un pie no se mueve de Francia. El afrancesamiento del que hablábamos está presente en la decoración de un local que se divide en dos atmósferas: la primera, recuerda a una terraza parisina; la segunda, a un típico bistró francés. Paredes, suelos y techo son del mismo tono (beige, si se quiere) y estilo (sobrio).
Madam, entonces, todoterreno como es, aspira a crear una filosofía de vida. El madamismo “se enjuaga en las bocas que paladean una conversación con sabor a vino y a confidencia” o “tiene que ver con tener una mirada amplia y una lengua abierta” o “es una señora afrancesada con alma de drag. Un gusto a mantequilla salada para usar en los labios, los tuyo y los de otras”.
Calle de la Luna, 12
Alrededor de 30€ por persona.
Más información en su página web.