Madrid ha amanecido ligeramente cubierta de barro como consecuencia de la calima. Coches, aceras o toldos de distintas zonas de la ciudad estaban regados por arena mientras que el cielo se cubría de un ambiente turbio y moderadamente anaranjado. Murcia y en general el Levante español daba cuenta ayer de esta situación excepcional. La calima, que es la causante de este fenómeno, se extiende por toda la Península y llega hoy a Madrid.
La mayor intensidad del fenómeno, según recoge la Agencia Estatal de Meteorología, se producirá hoy al mediodía y se prevé que se alargue hasta la madrugada del miércoles. Otra de las consecuencias de la calima, además del empeoramiento de la calidad del aire, son las lluvias de barro –también conocidas como lluvias de sangre. La mezcla del polvo del Sáhara con las lluvias y vientos derivadas de la borrasca Celia tienen como resultado este peculiar fenómeno meteorológico.
Qué es la calima
Asi amanece Vallecas.#PolvoSahariano pic.twitter.com/MQQnk0K3iQ
— Sandra De Pablo (@sdps75) March 15, 2022
La calima es un fenómeno meteorológico que se define por la suspensión de partículas sólidas y pequeñas que tienen como resultado un aspecto opaco y una visibilidad reducida. Se trata de una masa de aire caliente que trae consigo la subida de las temperaturas, que pueden alcanzar los 21ºC. El Ministerio para la Transición Ecológica ha indicado que la concentración puede alcanzar hasta los 500 µg/m3.
Hay dos clases de calima: la tipo A y la tipo B. La tipo B es la habitual en Madrid: relativa a agentes no naturales como la contaminación e incendios. Y la tipo A, la que hoy cubre el cielo madrileño, se define cuando hay un transporte natural de elementos en el ambiente. En el caso de hoy, del Sáhara.
Afecciones a la salud
Distintas fuentes señalan la calima como un fenómeno perjudicial para la salud de los mayores de 65 años, los menores de 6 años y los ciudadanos con problemas respiratorios. Entre sus posibles consecuencias se encuentra la obstrucción nasal, el picor en los ojos, la tos, broncoespasmos, dolor torácico, asmas y distintos tipos de irritaciones en vías respiratorias y pulmones.