Madrid ha sido la elegida para inaugurar una exhibición que llevará por 14 ciudades de Europa y EEUU la tragedia del holocausto judío en el campo de concentración de Auschwitz. Más de 600 objetos conformarán una exposición que llevará por título Not long ago. Not far away (No hace mucho. No muy lejos) con la que se pretende acercar la lección histórica de Auschwitz a quienes no les es tan fácil desplazarse hasta Polonia.
La exposición, que llegará a finales de año, no solo la compondrán pertenencias de las víctimas del campo (más de un millón de personas entre las que también abundaron judíos, sintis, romas, polacos o prisioneros de guerra soviéticos), sino también de las SS alemanas, incluyendo incluso un vagón de tren en el que muchas víctimas fueron transportadas como ganado.
Pero además de acercar la historia allí donde no llega de forma tan vívida, otro de los objetivos de la exposición quizá igual o más importante que el anterior, es utilizar la historia como lección de futuro. De ahí lo acertado del título elegido para la exhibición. Piotr Cywiński, director del museo Auschwitz-Birkenau, declaró a la prensa que «hoy, el mundo se está moviendo hacia direccciones inciertas», remarcando la importancia de iniciativas como estas en tiempos en que la xenofobia y el odio al otro alcanzan sus picos más altos en algunos países occidentales.
El propio Cywiński remarcó que «nada puede reemplazar una visita al auténtico sitio del mayor crimen del siglo XX, pero esta exhibición que gente de muchas países tendrá la oportunidad de ver puede convertirse en un grito de advertencia para todos contra la construcción de un futuro basado en el odio, el racismo, el antisemitismo y el desprecio sin fin a otro ser humano».