La percepción de vivir en una ciudad y rodeado de algunos de los rascacielos más grandes de España anula otra de las muchas caras de la Comunidad de Madrid: en la región también hay agricultura.
La prueba de ello es Madrid Rural, el mercado que creó hace apenas seis meses el Gobierno regional con la intención de facilitarle el trabajo a pequeños y medianos agricultores. Un mercado, dicho sea de paso, que no está abierto al público.
Pasados estos seis meses ya ha llegado el momento de hacer balance y los números de la Comunidad de Madrid apuntan a una cifra concreta: 100.000 kilos de productos frescos. Esa es el peso de lo que ha distribuido Madrid Rural.
“La capital cuenta con un centro pionero en España para el reparto de alimentos de la huerta cultivados por agricultores locales”, decía el lunes pasado consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo,
La orientación de este novedoso proyecto es la de que los agricultores tengan acceso al mercado mayoritario gracias, en parte, a las instalaciones de 3.500 metros cuadrados de este centro logístico que está en Fuenlabrada.
El producto más vendido, por cierto, han sido los tomates (más del 50% del total), aunque la totalidad de ventas también contempla acelga o patatas entre otras verduras y hortalizas que, al salir de aquí, se etiquetan con el sello de proximidad.