De recordar a algo (porque toda nueva experiencia visual es necesariamente comparada y comparable), la estética de Monte Holiday recuerda a la idea exótica y selvática de un parque nacional africano. La visión de los árboles (y nada más que árboles) se hermana con algo que muchos (milennials) vimos en Los Thornberrys en algún momento de nuestra infancia.
La idea es algo así: la posibilidad de dormir en el bosque, pero sin mucho esfuerzo para el urbanita. Una hora de coche y un encinar en el valle del Lozoya para el disfrute visual.
Si bien es cierto que esa vista casi aérea del encinar es casi solo posible desde las cabañas en los árboles, aunque las opciones de alojamiento en Monte Holiday (en funcionamiento desde hace 40 años) también abarcan los ecoledges –unas casas de inspiración nórdica con grandes ventanales.
Monte Holiday, de donde ya te hablamos en este artículo de campings especiales en Madrid, tiene una zona de juegos infantil, una granja escuela, espacio para las actividades multiaventuras y otras tantas instalaciones y actividades como la organización de actividades de piragua en la zona del Lozoya.
La importancia medioambiental
Monte Holiday es un proyecto que lleva 40 años en funcionamiento y que presume de gozar de autosuficiencia energética. El 25 de enero inauguraron MH+Bosque, un proyecto que ellos mismos definen así: “El proyecto MH + BOSQUES busca reducir la probabilidad de incendios en la zona que alberga nuestro complejo ecoturístico y alrededores, mediante la reducción de la biomasa forestal combustible. El mantenimiento se realiza mediante pastoreo de ganado propio y el desbroce y la poda controlada”.
Tanto es así que se considera el primer proyecto de turismo regenerativo de la región. Antonio González Pérez, gerente, decía a El Mundo hace unas semanas que aspiran a adaptar el bosque al cambio climático y a proteger el camping frente a incendios forestales y crear energía renovable.