Como una metáfora de bienvenida: así es la gigantesca portada floral que decorará desde este lunes y hasta el próximo 28 de marzo la fachada de la Casa de México (calle de Alberto Aguilera, 20). Bajo el nombre ‘Un umbral para la primavera’, esta instalación –realizada en colaboración con el Festival de Flores y Jardines (FYJA) de México– pretende, de esta forma tan vistosa, celebrar la llegada de la nueva estación.
La gran portada de flores es obra del maestro Mario Arturo Aguilar quien, junto a un grupo de artesanos compuesto por familiares y vecinos de su barrio del Valle del estado de México, ha viajado hasta Madrid para encargarse de su fabricación, diseño e instalación. «Simboliza el comienzo de un ciclo que implica transformación, deseo y esperanza«, explican desde la Fundación Casa de México.
Más de 45.000 claveles y crisantemos naturales
Las portadas florales son una forma tradicional de celebrar la llegada de la primavera en las distintas culturales del México prehispánico, y esta instalación está realizada de la misma manera en la que se hacían antaño.
Recurriendo al enflorado –nombre que recibe la técnica artesanal de colocar las flores en las portadas–, se han colocado más de 45.000 flores naturales «respetando la vida limitada de la flor y haciendo eco al ciclo de la vida». Entre dichas flores, que además de la entrada principal decoran también distintas ventanas del edificio, se encuentran claveles procedentes de España y crisantemos de Holanda.
Para construir la estructura que las sustenta se han empleado 15 días de trabajo y, para el enflorado, otros tres. Un tiempo que, en total, supera al que este espectáculo floral permanecerá a la vista de visitantes y transeúntes: su carácter natural determina, como no podía ser de otra forma, su carácter efímero, y solo podrá verse durante una semana.
Homenaje a los ‘tenangos’
Por otro lado, los diseños florales de la portada reproducen las formas de los ‘tenangos’. Ssegún explica la institución en una nota informativa, son «bordados de colores originarios del estado de Hidalgo que representan principalmente flora y fauna de la región».
Estos bordados textiles se caracterizan por sus imágenes de flores y seres fantásticos, por la exuberancia de sus formas y por ser una explosión de color. Y al incluirlos como parte de su diseño –esta vez realizado con flores en lugar de con hilos–, esta intervención quiere también «reconocer la rica tradición de estos bordados y su constante evolución».
Esta portada floral se suma a las impresionantes –y ya esperadas– instalaciones a las que Casa de México ha acostumbrado a la capital desde su llegada, habiéndose convertido en un verdadero acontecimiento su altar del Día de Muertos.