Han pasado casi tres años, pero el recuerdo permanece indeleble hasta entre quienes no lo vivieron. Filomena fue un evento tan lejano a la realidad que se ha convertido en hipérbole (y miedo) de cualquier temporal extremo de los meses de invierno.
En la última semana, son muchos los medios o creadores de contenido que hablan de Madrid en alerta, de la ciudad preparándose para una gran nevada e incluso de la posibilidad de colapso en toda la región.
Estos titulares, algo alarmistas, están motivados por unas declaraciones a Europa Press de Carlos Novillo –consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid.
La versión oficial de una nueva Filomena
La intervención de Carlos Novillo básicamente se resume en una frase que puede interpretarse desde la ambigüedad. Sí, Madrid se está preparando para una nueva Filomena. Y no, eso no significa que vaya a haberla.
Madrid se prepara a través del refuerzo en la contratación de máquinas quitanieves, de un incremento en la colaboración con las Brigadas Forestales y el Cuerpo de Bomberos y de una comunicación más fluida con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Al respecto de esto último, Novillo indicó: «A veces, cuando hacemos la reunión previa del plan de inclemencias, vemos un poco los modelos, que nos pueden aproximar cómo puede ser el invierno. Pero desde la Aemet no nos han dado un invierno muy diferente al que vivimos el año pasado».
Lo cierto es que siendo Filomena un extremo rara avis (una situación climática que no ocurría desde hace décadas) resulta extraño pensar que se pueda replicar apenas tres años después del último gran temporal.
Por ahora, lo que mejor sintetiza la predicción temporal futura, es la última frase de la cita de Novillo: “un invierno no muy diferente al del año pasado” (parafraseada). O sea, un invierno sin Filomena –al menos, por ahora, ya que como fenómeno temporal es algo imposible de prever.