Las llamadas olas de calor no van a desaparecer: «el aumento de temperaturas es imparable. Aunque a partir de este momento redujéramos las emisiones de CO2 a cero, para que las temperaturas volviesen a los niveles anteriores tendrían que pasar miles de años. Lo que sí podemos hacer es decidir si queremos que este aumento sea moderado, o seguir a este ritmo», explicaba hace un tiempo al diario El País Julio Díaz, jefe de Área del departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Sanidad.
Aunque Díaz se refería a una desaceleración del incremento de las temperaturas que viniera de la mano de la reducción de emisiones, hay quienes ya contemplan otras alternativas para hacer que los habitantes de las grandes ciudades sufran algo menos el impacto del calor urbanita, mucho más inclemente.
Pero, ¿por qué es el centro más caluroso que el resto de la ciudad? Para explicarlo, los científicos acuñaron el concepto de heat islands (islas de calor), donde el asfalto de las carreteras, los edificios y demás infraestructuras han reemplazado a la vegetación natural y a las amplias superficies abiertas.
Esto genera una «isla» térmica que puede provocar una diferencia de temperatura de 1 a 3 grados centígrados entre el centro de la ciudad y sus alrededores, diferencia que incluso puede alcanzar los 12 grados de variación según T. R. Oke. Pero no es necesario haberle dedicado muchas horas de concienzudo método científico al tema para darse cuenta de que el asfalto es posiblemente el principal responsable de este aumento innecesario de la temperatura en el centro, por ello ciudades como Los Ángeles han decidido pintar algunas de sus calles de blanco.
El revestimento, llamado CoolSeal, es una pintura diseñada para reflejar la energía solar, lo que junto con su color claro ayuda a disminuir la capacidad del asfalto de absorber energía solar y con ello disminuir también el calor que desprenderá. Ahora parecerá más lógico, más allá de lo estético de la monocromía, que la mayoría de pueblitos andaluces destaquen a los lejos por el color blanco de sus fachadas. Otro artículo de la periodista Analía Plaza escrito en El Confidencial refiere al posible precio de esta alternativa: 22.000€ por kilómetro.
La ciudad de Los Ángeles calcular, que puede ahorrar unos 100 millones de dólares al año según la revista Business Insider, además de la reducción de gases contaminantes, todo ello gracias al ahorro en energía que se invierte sistemas de refrigeración de todo tipo.
El portal Decide Madrid del Ayuntamiento recogió hace algún tiempo también la propuesta, aunque no salió adelante por contar tan solo con 15 votos a favor. Habrá que ver cómo de efectiva resulta la medida allá donde se implante y si los cálculos de los expertos, quienes afirman que la temperatura del asfalto pintado puede reducirse a la mitad, son correctos.