Es posible que al coger el metro te hayas encontrado con unas nuevas pegatinas moradas en sus asientos. Pues bien, a diferencia de otras medidas como la que tiñó de verde chillón algunos asientos del suburbano o, más recientemente, la que implica que las puertas de los vagones ya no se abran solas, esta no viene impulsada desde Metro: se trata de Priority Talk, una iniciativa altruista que busca combatir la soledad no deseada en las personas mayores.
La idea, de la que se hizo eco Somos Madrid en este artículo hace unos días, la han desarrollado mano a mano Luis Carlos Pariente y su compañero Gonzalo, a raíz de un curso de creatividad en el que ambos participaron.
«Queríamos hacer un proyecto que hablara de la soledad no deseada, de cómo hay más de 850.000 personas mayores de 80 años en España que la sufren y los problemas de salud mental que les acarrea. Decidimos centrarnos en este colectivo porque son el que más difícil lo tiene a la hora de «escapar» de esta soledad», explica Luis Carlos preguntado por este medio.
Así lo reflejan las pegatinas: «Priority Talk: prioridad para hablar. Para personas que necesitan hablar y aquellas que estén dispuestas a hacerlo», se puede leer en los adhesivos.
Priority Talk cuenta además con un perfil de Instagram en el que comparten información sobre la iniciativa e invitan a todo aquel o aquella que se cruce con una de sus pegatinas a que les envíe una fotografía a través de mensaje directo en Instagram.
¿Dónde se pueden encontrar las pegatinas moradas?
De momento estas pegatinas se pueden encontrar en las líneas 3 y 6 de metro y en algunos autobuses. Sin embargo, Luis señala que les gustaría «seguir pegando más» y que se están planteando «permitir la descarga para que quien quiera pueda crear sus propias pegatinas y ayudarnos«.
Unas pegatinas con las que quieren romper el paradójico aislamiento que se da en el transporte público («Todas y todos vamos ensimismados con nuestros teléfonos, nuestra música o nuestro libro») y recordar que «hay personas mayores a las que hablar con alguien, aunque sea durante dos paradas, puede cambiarle el día, su vida«.