El martes 1 de octubre, José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, afirmó que el Ayuntamiento ha rechazado la prorroga del contrato que permitía a cinco empresas ―Lime, Idbrik Spain, Boltest, Ride Dott y Bird― regular el alquiler de bicicletas eléctricas privadas en la capital. Por ello, este tipo de vehículos desaparecerán de las calles, dejando al servicio público BiciMAD como única alternativa parecida a las recién prohibidas bicis eléctricas sin base fija.
El acuerdo con las empresas afectadas terminó el lunes 30 de septiembre, poniendo punto y final a dos años de trabajo que han tenido como resultado la incorporación de bicicletas eléctricas a los 21 distritos de la ciudad.
Las razones del Ayuntamiento
En 2022, solamente había 2.900 ejemplares de BiciMAD a disposición de los madrileños. Esta cifra casi se triplica en 2024, que está a punto de terminar con más de 7.500 unidades. El crecimiento de BiciMAD ha impulsado al consistorio a retirar las bicis privadas sin base fija, pero no ha sido lo único que ha influido.
El Ayuntamiento ha asegurado que las compañías implicadas no han respetado uno de los requisitos más importantes del contrato, que está relacionado con el reparto de bicicletas en la ciudad. Las empresas estaban obligadas a distribuir 1.999 bicicletas dentro de la M-30, y otras 1.197 fuera de la vía. Al no cumplirse esta norma, el consistorio ha optado por suprimir este tipo de vehículo de la circulación.
La noticia de la eliminación de las bicicletas eléctricas privadas sin base fija llegó el mismo día que comenzaron a retirarse los patinetes eléctricos de alquiler. En el caso de los patinetes, el Ayuntamiento ha optado por cancelar los contratos antes de tiempo, acción que ha indignado a las empresas de transporte afectadas.