Rozando la fantasía de no tener vecinos y siendo lo más parecido a vivir en una isla que se puede experimentar en la Comunidad de Madrid. La Acebeda (a 95 kilómetros de la capital) es el pueblo menos poblado de toda la región con apenas 62 habitantes.
El último registro del Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge el número de habitantes de cada localidad madrileña y La Acebeda ocupa el preocupante (por el riesgo de desaparición) farolillo rojo, que se diría en argot futbolero.
El número de habitantes ha oscilado en cifras que llevadas a términos relativos y aplicadas a Madrid serían llamativas. En 2019 alcanzó su pico con 84 residentes, en 2021 bajó hasta 55 y en 2022 subió a los 62 actuales. Unos números, en cualquier caso, muy superiores a los de hace más de dos décadas: en 1996 vivían 25 personas en La Acebeda. Mirando hacia atrás (uno o dos siglos atrás) se ve cómo, antes de que el éxodo rural lo cambiara, llegó a tener 350 habitantes.
El riesgo de desaparición
El comentario habitual al buscar noticias de La Acebeda remite a la preocupación anteriormente mencionada. Un párrafo de un reportaje de El Mundo bien ilustra lo que puede ser una parte de los usos y costumbres de este pequeño pueblo: “Tampoco tienen supermercados, como en tantos otros puntos de la España vaciada, siendo furgonetas ambulantes las que les surten de alimentos o productos de primera necesidad. El panadero, desde Rascafría, viene a diario de 10.30 a 11.00. Los martes llega el frutero. Y los viernes es el turno de los congelados, la carne y el pescado”.
Algún que otro portal de compraventa de viviendas recoge también casas a la venta en La Acebeda. Una de ellas es un chalet de seis habitaciones en una parcela de 20.000 m2 por 190.000€. Curiosamente, una cifra por la que aquí te convertirías en poco menos que latifundista y que en Madrid apenas te llevaría a aspirar a una “coqueta buhardilla” en la periferia.