Los gigantes del comercio levantan poco a poco la persiana en Madrid. Desde que la región entró en la llamada «fase 0,5» el pasado lunes, las principales marcas nacionales e internacionales han comenzado a retomar su actividad.
Esto no significa que operen con total normalidad. Desde el lunes está permitida la compra en tiendas físicas sin necesidad de pedir cita previa, pero aún no es posible abrir las superficies de más de 400 metros cuadrados por completo. De ahí que las firmas hayan optado por acotar zonas de sus locales para ajustarse a esta limitación de espacio.
Ejemplo de ello es El Corte Inglés, que ha reabierto algunas de sus sedes como la de Goya, Castellana y Preciados. Los departamentos accesibles para los clientes dependen de cada centro, pero de momento se ha optado por habilitar secciones como parafarmacia, marroquinería, perfumería, zapatería, gafas de sol y papelería.
El grupo Inditex también ha empezado su propia desescalada. Algunas tiendas como Zara, Bershka, Pull&Bear y Stradivarius ya dan la bienvenida a sus primeros compradores. Lo mismo sucede con otras marcas de moda como Mango y H&M. El grupo Tendam (Cortefiel, Pedro del Hierro, Springfield, Women’Secret y Fifty) tiene previsto abrir en los próximos días.
IKEA ha puesto en marcha los departamentos de alimentación y el servicio click&collect (compra por internet y recogida en tienda) de sus cuatro centros madrileños con horario reducido y Decathlon también ha acelerado su reapertura.
Otras cadenas como Primark han preferido esperar un poco más para reabrir totalmente y siguiendo un severo protocolo de higiene cuando lo permitan las autoridades sanitarias.
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