Este domingo 17 de noviembre se produjo la reapertura del túnel de Recoletos y la consecuente vuelta a la normalidad de Renfe Cercanías. Así lo había anunciado José Luis Ábalos, el Ministro de Fomento en Funciones, el 31 de octubre. La red ferroviaria de Madrid ya funciona de nuevo al 100%, tras casi medio año de paradas clausuradas y desvíos de itinerarios motivados por la renovación completa del tramo subterráneo.
El domingo 2 de junio dio comienzo una operación de reforma integral que supuso el corte de cinco líneas de cercanías durante todo el verano y las primeras semanas del otoño. La reapertura coincide con los plazos marcados en el proyecto, que preveía el cierre del túnel de Recoletos hasta noviembre, aunque hasta la llegada de este mes no se había comunicado el día oficial en que se restablecería la circulación de trenes.
Con estas obras se ha cumplido el objetivo de sustituir unas vías que provocaban un alto número de incidencias (se registraron 225 problemas entre 2014 y 2018 solo en este tramo) y se ha modernizado la señalización dentro del túnel.
En estos cinco meses las líneas C-1, C-2, C-7, C-8 y C-10 se han visto afectadas, puesto que la circulación entre Atocha y Chamartín ha permanecido interrumpida. Un servicio especial de autobuses ha cubierto la circulación de este recorrido hasta que el túnel ha vuelto a estar operativo.
La reforma del túnel de Recoletos ha supuesto una inversión de 45 millones de euros destinados a mejorar la conexión entre los municipios del Corredor del Henares y el norte de Madrid, según ha comentado Ábalos. El Ministro tiene ahora la mirada fija en Chamartín, estación que, en sus palabras, se convertirá en «un gran polo de atracción de la movilidad» y para cuya nueva configuración ya se ha convocado un concurso de ideas.
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