Comer bien y a un precio razonable: esa es la clave.
Que la vida sana está de moda no es ningún secreto. Nosotros esperamos que este nuevo must se mantenga y que no sea como la ropa fosforescente. Para los gimnasios y la ropa de deporte siempre conocemos trucos para ahorrar, pero si quieres continuar con la vida sana a la hora de sentarte a la mesa, la cosa se pone tensa si tienes pensado salir de casa. Ya sea porque piensas que no vas a salir de la típica ensalada aburrida o porque vas a tener que hipotecar tus mayas con efecto reductor para poder pagar la comida. Pues no, aún ha riesgo de sonar como el presentador de Saber Vivir, te decimos que comer sano y a buen precio, es posible:
Batavia
Batavia abrió hace relativamente poco. De hecho, abrió antes de lo que tenían previsto porque, dicen, la gente se paraba en el ventanal a curiosear, atraídos por su modelo de negocio. Batavia es una nueva versión saludable del plato combinado, como ya os contamos en este artículo, y no puedes salir de allí sin probar su limonada, sus keftas de ternera y los grissinis de yuca.
C/ Sagasta, 18.
Aloha Poke (y muchos más)
Como amante del sushi, descubrir el poké fue un paso hacia adelante, y Madrid (bueno, y medio mundo) lo entendió rápido, de manera que han proliferado como setas por toda la ciudad. Aloha Poke está buenísimo, pero es solo uno de ellos y la lista es infinita: Hawaiian Urban Poke, Hale Poke, Tasty Poke Bar…
C/ Libertad, 17.
Café de Mahón
Se definen como «organic friendly» y no sabemos si será por eso o por su ubicación (en plena Plaza Dos de Mayo), pero hacerte hueco en su terraza es casi imposible. Aunque tener que pasar dentro del local no queda para nada como «segundo plato», ya que nos encanta. Siguiendo el ejemplo de otros locales de Malasaña, está lleno de muebles totalmente dispares, pero con una selección musical tan bien elegida que no quieres salir de allí. En su carta encontrarás desde desayunos hasta cenas (con todo lo que hay de por medio entre ambos) donde la sensación de pesadez o de que estás engordando con solo leer el menú se quedará bastante lejos. Raciones generosas y sabrosas, como su hummus (acompañado de verduras crudas) o su tabulé.
Plaza Dos de Mayo, 4
Honest Greens
Si este local fuese una película, contaría con nominaciones (y premios) en diferentes categorías. Nosotros de momento le damos el de «mejor estómago lleno» en la categoría de sentirse bien y comer rico. Todos sus ingredientes son orgánicos (ojo, ¡se nota solo con mirarlos!) y sus raciones son muy abundantes. Además, hay opciones tanto para los intolerantes al gluten como para los que estén siguiendo una dieta vegana o paleo. ¿Algo que nos conquistó? Sus aguas saborizadas rellenables.
Paseo de la Castellana, 89
El huerto de Lucas
Lo mejor de este huerto es que te puedes llevar a casa lo que quieras y preparar tus propias recetas, porque en realidad es un mercado de productos ecológicos con una pequeña cantina en la que deleitarse con sus productos orgánicos y sostenibles. Y por supuesto, también cuentan con opción para veganos y vegetarianos, pero no se olvidan de la opción omnívora con sus carnes y pescados ecológicos.
C/ San Lucas, 13
Abolea Restaurante
Probablemente sea la opción más económica de la lista, pero también es una muy buena propuesta si estás cerca de San Bernardo o la Glorieta de Bilbao. Su servicio se esmera mucho en que tu estancia en el local sea lo más cómoda posible. Aunque puedes preparar tu propio bol, te recomendamos que elijas uno de los que ofrecen en el menú, pues tienen muchos más ingredientes de los que permite el menú a tu bola. También tienen desayunos super completos.
C/ Sandoval, 10-12
La Hummusería
Quien crea que un restaurante tenga una carta que gire principalmente en torno al hummus no era necesario es que aún no se ha enganchado a la versión más top de las legumbres. Aunque su carta tiene más cosas (todas muy sanas y sabrosas), la especialidad ya sabrás de sobra cual es. Con setas, con piñones o en su versión clásica y siempre acompañado de un irresistible pan pita. Mojar el pan es obligatorio y encima, sin tantos remordimientos.
C/ Hernán Cortés, 8