Metro de Madrid había dado con un método innovador para mejorar la fluidez en la entrada y salida de los viajeros a las estaciones: dejar los accesos siempre abiertos. Tras casi un año de prueba piloto, los tornos sin cierre se instalaron en 33 paradas del suburbano.
En su momento la empresa de transportes declaró que el resultado del test fue positivo, pero ahora Metro vuelve al sistema de siempre. La decisión obedece a diferentes razones, entre las cuales no figura un aumento de la gente que se cuela sin pagar: de hecho, las puertas se cerraban en las narices de quien no validara su billete.
La compañía ha declarado que la medida no ha tenido el efecto positivo que se buscaba, sobre todo en las estaciones con menor afluencia de pasajeros, donde el sistema generaba confusión.
Según un portavoz de Metro, «mantener dos tipos de acceso distintos al final puede entrañar dificultades para los usuarios«. El sistema de accesos siempre abiertos solo podía implantarse en aquellas estaciones con puertas automáticas: los tornos tradicionales no admitían la modificación del software necesaria, una circunstancia que obligaba a mantener ambos métodos activos a la vez en la red subterránea.
El cambio de rumbo de Metro responde también a las consideraciones del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), que manifestaba su preocupación por los problemas que podía generar para los viajeros con discapacidad la existencia simultánea de dos formas de acceder al suburbano.
Foto de portada: El País