La gran obra urbanística que experimentará Madrid en los próximos años es la construcción de Madrid Nuevo Norte –reconocido por la propia constructora como “la mayor intervención de regeneración urbana de Europa”. La edificación de esta nueva zona podría, no obstante, verse eclipsada por otra obra de gran calado utilitario y presupuestario para el resto de la ciudad: el soterramiento de la zona Norte de la M-30, tal y como ha informado el periodista Agustín Marco en un artículo escrito para El Confidencial.
La iniciativa, que comprende el soterramiento en el tramo que va de avenida de la Ilustración hasta el Hospital de la Paz (alrededor de nueve kilómetros), estaría en plena fase de estudio. Es decir, la intención actual es la de conocer los inconvenientes y los costes, así como las posibles mejoras de una obra de semejante calado. El presupuesto del que se habla estaría cercano a los 3.500 millones de euros.
La referencia de Madrid Río
El soterramiento de la M-30 –en el tramo comprendido entre Legazpi y Casa de Campo– fue de sonada popularidad entre 2004 y 2007 durante el mandato del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. Y es precisamente en este soterramiento en lo que, según ha podido saber El Confidencial, se inspira el actual equipo de Gobierno local.
El soterramiento del Vicente Calderón
En septiembre de este año empezó a ejecutarse el soterramiento de la M-30 a la altura del antiguo estadio del Atlético de Madrid. Y está previsto que las obras duren hasta inicios de 2023. El Ayuntamiento está construyendo un talud verde de 620 metros de largo y 40 metros de ancho con árboles y distintos tipos de vegetación.
¿Y convertirla en un parque?
Hace algún tiempo, Antonio Giraldo, geógrafo y urbanista, lanzaba la propuesta de Parque M-30: un acto de urbanismo ficción que proponía eliminar la autovía urbana. No proponía soterrarla o minimizar su uso. La teoría proponía demoler, urbanizar y ajardinar. Las razones en las que se apoya Giraldo en esta propuesta radican en tres ejes que apelan a la esencia de la M-30: es una barrera urbana de 200 metros; también es una barrera socioeconómica que segrega; y es una fuente de contaminación atmosférica y acústica.