Soy Kitchen es a un tiempo casa de comidas y lección de vida. Por lo rico que cocinan y por lo mucho que se aprende en un restaurante que no ofrece carta, ni menú cerrado, ni certeza alguna. Aquí dentro tu única guía es la extraña intuición de que todo saldrá bien.
El fundamento de esa confianza inexplicable es Julio Zhang, un decidido chef al que la pasión se le escapa por los poros. Defiende sus invenciones culinarias con una determinación que ahuyenta toda duda y todo miedo. ¿Por qué creerle? Porque la trayectoria ejemplar de Soy Kitchen avala la actitud de su capitán: este bareto de Malasaña floreció y mutó en restaurante de primera categoría. Eso sí, sin olvidarse de su esencia en ningún momento de la metamorfosis.
Cuando te sirven en el plato una humeante sopa agripicante con base de rabo de toro cuesta creer que Soy Kitchen diera sus primeros pasos en un local de dudosa clase en la plaza de los Mostenses. Y mientras Zhang desmenuza los detalles de su crema de zanahoria y foie con castaña de agua y especias japonesas hay que esforzarse para visualizar a este meticuloso cocinero trabajando junto a una máquina de tabaco y una tragaperras.
Pero es en esa evolución donde reside la moraleja del restaurante. Soy Kitchen grabó su nombre en la cúspide de la gastronomía madrileña a base de desmontar las apariencias con una cocina mestiza y desafiante que hoy reina con soltura en la calle más hermosa de Chamberí.
Si no nos demoramos más en contar los pormenores es porque los platos desaparecen de un día para otro. Cada día, perdón, cada comida y cada cena son irrepetibles. No hay que tener miedo, sino imbuirse de esa deliciosa primera impresión de la que hablábamos unos párrafos atrás. Mira a Zhang y lo sentirás: todo va a salir bien.
Calle de Zurbano, 59 (Chamberí)
De lunes a sábados de 13:30 h a 16:00 h y de 20:30 h a 00:00 h. Domingos de 13:30 h a 16:00 h
Menús degustación entre 35€ y 70€
Más información en su página web e Instagram.
Foto de portada: @soykitchenmad