La salud -como casi todo- también se ha convertido en objeto de rentabilidad económica y proliferan como setas en otoño los negocios que hacen suyos términos healthy, fit o nature, siempre como adjetivos del sustantivo food. Porque lo bueno, en inglés, es doblemente bueno, ya se sabe.
Una buena dieta de manual no solo consiste en evitar lo malo, sino en una caza desesperada de antioxidantes, vitaminas, fibra, alto contenido proteico, aminoácidos o grasas saludables. No se trata ya de evitar el menú Big Mac, sino de convertirse en la versión contemporánea de Popeye y las espinacas.
No sabemos con exactitud cuánto de marketing, cuánto de moda y cuánto de verdad más o menos científica tienen estos llamados superalimentos, pero aquí te traemos algunos de ellos y dónde tomarlos por si quieres probar tú mismo.
Quinoa
La quinoa es ya casi un viejo conocido. Tuvo hasta su año internacional declarado por la ONU: el 2013 y los incas le llamaban «el grano madre». Su alto contenido proteico y la ausencia de gluten la hacen idónea para veganos, vegetarianos y celíacos, lo que ha ayudado aún más a su expansión, convirtiéndose en elemento indispensable de las cocinas de moda y también de las vegetarianas. En el restaurante Rubaiyat (calle Juan Ramón Jiménez, 37) puede probarse una ensalada de dos quinoas con atún sellado en reducción de jengibre, y en La Encomienda (calle La Encomienda, 19) pueden probarse unas albóndigas de quinoa al curry con corazón de anacardo, fideos de arroz y salsa de arándanos.
Açai
El Açai es un fruto que crece en zonas selváticas del norte de Brasil. Su apariencia es parecida al arándano, pero contiene hasta 33 veces más antioxidantes que otras frutas como la uva negra. Además, dicen que disminuye los niveles de colesterol, favorece a la digestión y posee cualidades energéticas.
Posiblemente el mejor sitio de Madrid para probar este fruto exótico sea Fit Food (calle Augusto Figueroa, 28 y calle Serrano, 48) donde por precios a partir de los 7€ puedes probar sus contundentes bols de desayuno, en los que se entremezclan ingredientes como el plátano, la leche de almendras, la mantequilla de cacahuete, la miel u otros superalimentos con la chía o las bayas de Goji.
Kale
Todo lo verde es sano. Hasta ahí estamos de acuerdo. Y, muy probablemente, cuanto más aliño o extras necesite, más sano aún. Aquí es donde entra en acción el kale, primo cercano del brócoli y otro de los alimentos más de moda de moda de los últimos años. Para que te hagas una idea, si buscas #kale en Instagram encontrarás casi tres millones de resultados.
El color verde intenso que le caracteriza da una pista: ahí tiene que haber vitaminas y minerales. Muchos. Además, contiene más calcio que la leche, más hierro que la carne y hasta diez veces más vitaminas que las espinacas.
En el restaurante El Ferry (calle de Sandoval, 12) el kale es pilar fundamental. Allí pueden probarse cosas como la ensalada de kale con avellanas o la hamburguesa de kale, aunque se recomienda estar atento a la habitual renovación del menú.
Té matcha
Aunque parece que lo haya descubierto algún instagramer londinense, el té matcha lleva siendo consumido en Japón unos 2.500 años y consiste en un preparado a través de un polvo fino de hojas de té verde molidas de una característica tonalidad. Quizá su principal bondad sean sus cualidades antioxidades y su aparente capacidad para aumentar la concentración y la memoria. Un buen ejemplo de té matcha bien hecho es el de Hola Coffe (calle del Dr Fourquet, 33).
Lenteja roja
Como buen superalimento, las lentejas rojas tienen casi de todo: hidratos, proteínas, zinc, selenio, vitaminas y ácido fólico. Además, son mucho más digestivas que sus hermanas marrones, las que tu madre pone en remojo el día antes de comer lentejas, ya que no tienen piel.
Es un alimento muy presente en la comida hindú así que si quieres encontrarlas no tienes más que darte un paseo por esa Bollywood gastronómico que es Lavapiés. Aquí te dejamos algunas pistas.
En cualquier caso, entre lo que llevas comiendo toda tu vida ya había muchos superalimentos como el salmón, el jengibre, el aguacate, las espinacas o la avena. El problema no es que no comas superalimentos. El problema es el Bollycao de la merienda y las cinco horas diarias delante de la televisión, pero de algo habrá que morir.