A pesar de ser jueves, muchas terrazas de Madrid han colgado el cartel de “Todo reservado para el fin de semana”. Una terraza es un bien preciado para el consumidor medio y la única fuente de ingresos para un negocio hostelero sin delivery. De ahí que la picardía haya aflorado entre los dueños de muchas terrazas.
El otro día señalábamos que alrededor del 50% de bares, restaurantes y cafeterías de Madrid habían abierto y sacado su terraza a la calle. Lo hicieron a partir del día 25 de mayo, fecha en la que llegó la fase 1 a Madrid. Al desembarco de terrazas le acompañó la revisión de las mismas por parte de la Policía Municipal.
Según información proporcionada a Europa Press por parte del Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, la Policía Municipal ha multado a 1.165 de las 2.836 terrazas inspeccionadas.
La cuantía de las multas oscila entre los 750€ (para infracciones leves) y hasta 3.000€ (para las muy graves), según recoge la Ordenanza de Terrazas y Quioscos. Algunos de los motivos por los que se ha multado a ese millar de terrazas son el incumplimiento de horarios o de distancia entre mesas, la generación de molestias o ruido, la superación del espacio público permitido o el número de mesas e incluso la ausencia de licencia por parte del negocio.