En un ejercicio de empatía algo curioso y más cercano a las formas de trabajar de Pixar que a la realidad, podríamos decir que la vida común de un libro es poco envidiable. Son impresos, son comprados, son leídos –a veces ni eso– y están condenados a vivir en una estantería el resto de su vida. Acumulando polvo y esperando ser releídos en algún momento.
En ese punto, entonces, como con los juguetes de Toy Story 3, es necesaria la búsqueda de una vida alternativa. Y en este caso, la alternativa más habitual son las librerías de segunda mano.
La que nos ocupa en este artículo, Tuuulibrería, tiene un margen de actuación bastante curioso: no busca lucro y el precio a pagar es voluntario –si bien es cierto que el máximo de libros que te puedes llevar han de ser los que te quepan en una mano–. Aunque la fuente de financiación no es exclusivamente el pago voluntario y responsable: también vive de los donativos de la gente.
Las estanterías de Tuuulibrería son un perfecto caos: un jenga de celulosa. Abundan entre las pilas de libros aquellas ediciones ya no venales de periódicos –grandes clásicos vendidos por El País o por El Mundo–; hay también una gran cantidad de lecturas obligadas en institutos –diría que La Celestina es el título que más se repite–; bestsellers ya olvidados; y entre todos ellos, alguna joya escondida.
Tuuulibrería empezó su andadura en Madrid en 2012, el paso del tiempo y el discreto éxito de su filosofía le hizo ir creciendo. Ahora hay dos locales en la capital y uno en Barcelona.
La cuestión es también que Tuuulibrería no solo se mueve entre los ejes más simples de compra y venta. De hecho, se podría decir que Tuuulibrería es a la literatura lo que Humana a la moda. Muchos de los libros –donados por los ciudadanos, por cierto– son destinados a ONG’s. Entonces, en este punto, quizás, tendría más sentido hablar de Tuuulibrería en términos de asociación sin ánimo de lucro.
Calle Embajadores, 11.
Calle Padilla, 78.