Actualmente se encuentran en Madrid distintos técnicos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Y están en la ciudad con el fin de evaluar la candidatura del eje Prado-Retiro como Patrimonio Mundial.
La votación definitiva es en junio y ayer estuvieron estudiando tres puntos (monumento al Ángel Caído, la montaña artificial, la biblioteca pública Eugenio Trias) de este eje que basa su candidatura en la unión entre naturaleza y cultura. La aspiración, en ese mismo sentido, es la de ser considerado Patrimonio de la Humanidad en la categoría de Paisaje Cultural.
Los argumentos que esgrime Madrid, podría decirse, se dividen en dos categorías. Por un lado, edificios como el Palacio Cibeles, Banco de España, Casa América, el Caixa Fórum, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o el Museo de El Prado. Y, por otro lado, monumentos como la Puerta de Alcalá o las fuentes de Cibeles, Apolo o Neptuno.
Con motivo de esta candidatura, el Ayuntamiento ha abierto a la ciudadanía algunos de los espacios más representativos de la arquitectura madrileña.