Las crisis nos ponen frente al espejo como sociedad y como individuos. Una situación excepcional puede sacar tanto lo mejor como lo peor de nosotros mismos. El coronavirus ha movilizado la solidaridad de los madrileños, un valor que ha quedado reflejado en numerosos actos de altruismo en las últimas semanas.
Entre tanta cifra desoladora y sumidos en un mar de predicciones difíciles de digerir hay un dato que despierta ternura y orgullo a la vez: Madrid solo necesitó un día para cubrir todas sus plazas de voluntariado cuando la pandemia empezó a azotar fuerte en la región.
En menos de 24 horas se habían ofrecido 7.409 madrileños voluntarios y 90 entidades privadas a través del registro que la Comunidad de Madrid publicó a mediados de marzo. Todos ellos se prestaron a ayudar a la publación más vulnerable ante el coronavirus, como los mayores o los enfermos.
“Una vez más hemos demostrado en la Comunidad que somos personas totalmente solidarias, que estamos disponibles cuando el deber nos llama para ayudar en la faceta que sea” comentó Alberto Reyero ante la avalancha de voluntarios, Consejero de Políticas Sociales, según recoge el periódico La Vanguardia.
Todavía podemos ayudar
Aunque el registro se haya cerrado hasta que sean necesarias nuevas incorporaciones, todavía hay formas de ayudar a tus vecinos gracias al mapa interactivo de la plataforma Frena la curva, una herramienta virtual para ofrecer o solicitar ayuda en tu propio barrio. También ha surgido un ágora online para compartir propuestas e iniciativas llamada Madrid sale al balcón.
Al margen de estos foros, otros colectivos han demostrado su compromiso con el bienestar de quienes más lo necesitan: los veterinarios que atienden gratis a las mascotas, los taxis que transportan a los sanitarios sin cobrar y los «fundidores» que imprimen mascarillas en 3D son solo algunos ejemplos que ilustran esta reciente oleada de solidaridad.
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