El sushi se desmelena y revela su faceta gamberra en Yakuza, un restaurante japonés único en su especie. Cada noche en Yakuza es una fiesta semiclandestina, celebrada en lo que parece ser un almacén okupado, o al menos esa impresión dan las luces de neón (que, por otro lado, podrían haber salido de un callejón tokiota) al rebotar en las paredes de una nave tan grande.
No hay un ambiente así, que sume sabor y locura nocturna, en ningún otro sitio de la ciudad de Madrid. La luz tenue, los letreros brillantes y los farolillos de papel configuran una atmósfera como de club secreto.
El sushi es de gran formato y se viste de plátano macho, langostino, wakame y salsa anguila, sin miedo a la experimentación: en estos rollitos de arroz y algas hay espacio para la novedad y la vanguardia. Hay, además, langostinos en tempura (bautizados con el curioso título de «Ex») y gyozas bien fritas.
Quien quiera cena y desmadre en una misma experiencia, tiene un sitio reservado en Yakuza.
Calle Jordán, 7 (Chamberí) | Calle Maria de Molina, 16 (Salamanca)
De lunes a jueves de 13:00 h a 17:00 h y de 20:00 h a 23:30 h. Viernes y sábados de 13:00 h a 17:00 h y de 20:00 h a 0:00 h. Domingos de 13:00 h a 17:00 h y de 20:00 h a 23:30 h.
20-25 euros aprox.
Más información en su web.